El director del Centro Provincial de Hemoterapia e Inmunohistoquímica Formosa, Víctor Cambra, conversó con AGENFOR y confirmó que la incorporación de más hospitales del interior a la Red Provincial de Hemoterapia permitirá que las unidades de sangre donadas en esas localidades puedan ser distribuidas en todo el territorio provincial.
“Justamente pensando en la equidad y la igualdad de oportunidades, teniendo ese perfil humanístico y cristiano de esa formación doctrinaria, los hospitales distritales son los hospitales de cabecera, pero si una persona necesita una sangre y tiene como hospital distrital Ibarreta tienen que ir a Ibarreta para donar, o a Pirané o a Laguna Blanca, Las Lomitas o Ingeniero Juárez”, indicó.
Y agregó: “El Espinillo hace más o menos ya casi 13 años que está haciendo su trabajo solidario de donación de sangre, o sea todas las unidades que son extraídas en esa localidad son derivadas a los hospitales”.
Del mismo modo señaló que, con la incorporación del hospital de Tres Lagunas “va a ser más posible que todas las unidades que la comunidad de Tres Lagunas, El Espinillo y Estanislao del Campo lo donan tranquilamente y vienen directamente al Centro Provincial de Hemoterapia para ser distribuido en todo el territorio provincial luego del procesamiento, teniendo en cuenta que por cada unidad de sangre podemos extraer cuatro mismos componentes”.
Por otro lado, consultado por la inmunohistoquímica, el profesional explicó que es una particularidad que tiene sólo Formosa y que en el Centro Provincial de Hemoterapia se implementa el estudio inmunológico de los marcadores tumorales.
“O sea que una vez que un paciente es diagnosticado con una patología maligna por el anatomopatólogo, es remitido a este Centro al sector de Inmunohistoquímica para que sea evaluado y a través de estudios de laboratorio inmunológicos se estudian esos receptores para sumar y ayudar al paciente en sí a buscar un tratamiento más que el tratamiento inmunológico”, desarrolló.
Y aclaró: “Anteriormente cuando uno hablaba de oncología, era muerte inminente. Luego los primeros tratamientos oncológicos fueron quirúrgicos, el objetivo era reducir la masa o la extirpación del tumor inicialmente”.
Luego, continuó Cambra, apareció la quimioterapia, que es el uso de medicamentos menos invasivos, donde a través de la medicación “que puede ser por vía endovenosa, cada 21 días, cada 14 días, depende del tratamiento, depende de la estirpe histológica del tumor”.
“O sea tenemos cirugía, quimioterapia y después vino la radioterapia que también es quemar el tumor, digamos, a través de rayos X, y hacer más específico y luego también se incorpora la braquiterapia, que es también el tratamiento específico endocavitario ya a través de unas pastillas que se colocan dentro de las vías donde se tiene”, precisó.
Y añadió: “Se utilizan más en la parte de las patologías broncopulmonares y también la patología ginecológica así sintéticamente; y luego apareció la radioterapia específica que justamente a través del avance tecnológico hace que solamente se haga la irradiación exclusivamente del tumor”.
En ese sentido, el profesional fundamentó que el objetivo de este tratamiento es disminuir los daños colaterales que generan la quimioterapia, la radioterapia y otros elementos.
“A esta altura también se suma al tratamiento oncológico, la inmunoterapia que para eso sirve este estudio que es la inmunohistoquímica, estudiar los marcadores tumorales que se encuentran en la membrana celular de esas células anómalas, donde se hace el reconocimiento y el estudio inmunológico de antígeno, anticuerpo para detectar y marcar el tipo o la estirpe de ese tumor”, amplió.
Además, destacó que el Centro Provincial de Hemoterapia “siempre existió” en Formosa porque comenzó siendo banco de sangre que “se necesitó desde que inició, por ejemplo, el hospital Central en 1914”.
“Si hablamos un poquito de historia, comienzan a realizarse las primeras transfusiones y fue justamente un argentino, el doctor Agote, quien implementó su método y un 9 de noviembre de 1914, la primera transfusión, con la idea de que la sangre que sale del territorio vascular no se coagule, o sea utilizando un elemento que él lo descubrió que es el citrato de sodio para no coagular la sangre, de permitir que la sangre del territorio vascular sea transfundido a otras personas”, recordó.
Y manifestó: “Hoy la tecnología, el avance de la medicina y también el advenimiento de enfermedades de transmisión sanguínea hicieron posible que ese banco de sangre que nosotros también lo vivimos en el hospital de nuestra formación como residentes, fuera avanzando la hemoterapia, hasta ahora que tenemos una infraestructura necesaria justamente para dar seguridad a la transfusión, principalmente, y calidad y seguridad a la sangre”.