Una visita a la fábrica de harina de algarroba y alimento balanceado inaugurada por el gobernador Gildo Insfrán en el mes de mayo, permite observar el trabajo continuo, en El Potrillo (Ramón Lista).
Se trata de un verdadero ejemplo de la Comunidad Rural Organizada, que convirtió al lugar en un “polo de producción agroecológica y sustentable”, con el trabajo de estudiantes avanzados y egresados de la Tecnicatura Superior en Economía Social del Instituto de El Potrillo, además de técnicos del Ministerio de la Producción y Ambiente, y del Instituto PAIPPA.
Según datos que recabó AGENFOR, son más de 700 familias wichí dedicadas a la cosecha de chauchas de algarrroba, que luego se convertirán en harina en la fábrica, teniendo como destino final la fábrica de alimentos Nutrifor, del Estado provincial.
Esta fábrica produce alimentos con base de harina de algarroba, que luego distribuirá a lo largo y ancho de la provincia, como refuerzo en los distintos servicios nutricionales de los establecimientos educativos, y además en el Plan Nutrir.
Así lo confirmó Julián Ajchura, referente de la asociación Perla Negra, al señalar que la zona produjo 4,5 toneladas de chauchas. “El impacto social es bastante importante, se involucran más de 700 familias en la cosecha, además los jóvenes egresados del Instituto trabajan acá”, precisó.
Reveló que últimamente las familias wichí eligieron no talar el árbol de algarrobo, sino conservarlo, para así asegurarse una nueva producción para el próximo año. “Es una cadena, lo importante es que las familias toman conciencia que es más beneficioso tener la planta, que tenerla como madera, eso hará que años tras año haya más chauchas, más harina, la idea es tener valor agregado en la zona, porque hoy por hoy la venta es a granel”, dijo.
En el lugar se encontraba trabajando el joven Esteban Fernández, egresado de la Tecnicatura Superior en Economía Social. Detalló que el proceso que finaliza con la harina de algarroba, comienza con la compra de las chauchas a las familias recolectoras, el secado y luego la molienda, ya mecanizada.
“Esto es muy bueno para nosotros. Tiene que ver con la producción de harina para que la comunidad se desarrolle, obtengan más ingresos para las familias”, detalló.
Alimentos
La cadena continúa en la ciudad de Formosa, específicamente en la planta de la empresa de fabricación local Alimentos Nutritivos Formosa (Nutrifor), que compra a los pueblos originarios del oeste la harina de algarroba.
Desde la empresa se suman a la cadena de valor de la materia prima, comprando la harina de algarroba y otorgándole un fin para obtener diferentes líneas de productos.
En la actualidad, se fabrican variedad de leche fortificada con distintos porcentajes de harina que van desde el 6% a una que tiene 49% de harina de algarroba.
Los productos industrializados se destinan al Ministerio de Cultura y Educación con destino a comedores escolares del oeste, como también al Plan Nutrir, impulsado por el Gobierno provincial, junto a otros productos básicos de la canasta alimentaria destinados también a poblaciones de esa zona del territorio.
La algarroba es un alimento energético, que posee un 50% de azúcar natural y un 10% de proteínas, es rica en taninos, que es un poderoso antioxidante natural.