Hace una semana nació un nuevo ejemplar de tapir, hembra, con nombre a definir en los próximos días.
Se encuentra en estado natural, siendo amamantada por su madre. Es la segunda cría de tapir nacida en la Reserva Guaycolec de Formosa y fue concebida en la provincia.
Su pelaje es negro con líneas blancas y manchas circulares a lo largo del cuerpo. Esta característica le permite camuflarse en la naturaleza y lo ayuda a no ser percibido por sus depredadores. A partir de los seis meses de edad, esta particularidad comenzará a desaparecer.
Cabe señalar que la Legislatura Provincial sancionó en el año 2012 la Ley N° 1582, declarando “monumento natural provincial” al tapir, anta o mboreví -tapirus terrestris-.
Es el mamífero silvestre más grande de la región y vive en bosques, selvas, sabanas y pastizales del norte argentino.
Cumple una función vital en el ecosistema: es un dispersor de semillas convirtiéndose en una especie arquitecta del paisaje natural. Es herbívoro y su dieta se compone básicamente de hojas, brotes tiernos, corteza y frutos.
Se encuentra en peligro de extinción y su caza está prohibida, por lo que se debe denunciar esta práctica, como su captura, la posesión en cautiverio y la comercialización de sus productos.
Del mismo modo, se debe cuidar su hábitat natural, manejando responsablemente para evitar el atropellamiento en las rutas.