Recientemente, el gobernador Gildo Insfrán firmó un convenio con el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Daniel Filmus, por el que la Fábrica de Bioinsumos de Formosa (BioForm) recibirá equipamiento por más de 800 millones de pesos.
Sobre esto, la especialista en microbiología, Débora Radovancich, quien es titular de la planta de bioinsumos en Formosa, expresó que esto “es un ejemplo más de que nuestro Gobernador es un trabajador incansable”.
Señaló que desde la fábrica se continúa trabajando en lo que refiere a recurso humano y cumpliendo las metas propuestas, destacando que “hoy nos encontramos tratando de estar a la altura de la circunstancia de este conductor que no deja de estar atento a las necesidades de la provincia”.
Y consideró que, a través de esta inversión, “la fábrica de bioinsumos dará un salto importante de escalamiento industrial”, agregando que “desde el Laboratorio de Investigación y Desarrollo, actualmente se lleva adelante la elaboración de productos biotecnológicos”.
Siguiendo esta línea, precisó que “ya estamos atendiendo la problemática de nuestros productores, porque estamos validando estos productos a campo, a condiciones habituales”.
Asimismo, resaltó que “simultáneamente también se generan nuevas oportunidades en el área de la biotecnología”, por ello, valoró que, la firma de este convenio “va a permitir llevar todo lo que venimos desarrollando a un escalamiento industrial, para que podamos llegar a todos los rincones de nuestra provincia”.
Respecto a los equipamientos que se sumarán a la planta, explicó que algunos son exclusivos para el control de calidad y otros, para la parte operativa de producción industrial.
“Estos equipamientos van a hacer que nosotros podamos escalar”, precisando que “hoy en el laboratorio producimos alrededor de 80 litros mensuales de bioinsumos, pero con esta industrialización vamos a producir miles de litros”.
Esto, añadió, “nos va a permitir, por ejemplo, trabajar con una cantidad de productores mucho más importante”.
Además, hizo saber que “constantemente hacemos monitoreo y recolección de evidencias, y lo más reconfortante es saber que se están dando resultados en la mandioca, maíz, hortalizas” y explicó que siempre se deja “un testigo y otro con la aplicación de bioinsumos”.
Por ello, expresó que “esto es lo que nos motiva”, insistiendo en que “nosotros trabajamos en resolver las problemáticas del productor”.
A su vez, precisó que “Formosa tiene una característica especial, con cultivos muy diversos”, agregando que “cada productor nos muestra su problemática, que nosotros atendemos y tratamos de resolverlas”.
Y puntualizó que en algunos casos se baja la incidencia de patógeno, para que no ocurra la enfermedad; otros se incrementa el enraizamiento, es decir, que las raíces se desarrollen mejor; también atendemos que la planta tenga mejor tolerancia al estrés hídrico o salino, nombró algunos casos.
Por otra parte, Radovancich recalcó que el equipo se conforma por profesionales formoseños y expuso que este trabajo se realiza de manera conjunta con otros organismos del Estado, como las escuelas agrotécnicas y técnicas, “para generar áreas exclusivas de biotecnología, tratando de ser más efectivos”, porque aseguró que “como equipo, tratamos no solo de producir, sino también difundir, porque con eso generamos nuevas oportunidades laborales”.
Al concluir, sintetizó que “en este año pudimos cumplir metas iniciales, como la resolución de problemáticas que ya conocíamos en los cultivos, y, por otro lado, generar las líneas de investigación”.
En este marco, anticipó que “las líneas de investigación son de mediano y largo plazo y tienen que ver con las mejoras genéticas”, aclarando que al día de hoy “solo se trabaja con microorganismos naturales, recursos propios de la naturaleza, tratando de potenciarlos”.
Y recordó que en el país, este tipo de establecimientos estatales, no existen, siendo BioForm la única.