Los ministros de Desarrollo Social de nueve provincias argentinas se reunieron con el objetivo de abordar la crítica situación social que enfrentan los sectores más vulnerables del país.
Durante el encuentro, se acordó solicitar a la ministra de Capital Humano de la Nación, Sandra Pettovello, la apertura de canales de diálogo para coordinar la asistencia alimentaria y revertir la decisión de congelar y desfinanciar los programas de asistencia social que contienen a miles de familias que sufren las consecuencias de la crisis económica y social que atraviesa el país.
Según lo consignado en un documento elaborado por los representantes de las provincias, estos expresaron que ante el ajuste que está aplicando el Gobierno nacional, es necesario articular y generar respuestas inmediatas a las demandas que vienen de los sectores más desprotegidos.
La ministra de la Comunidad, Gloria Marizza Giménez, representó a Formosa en dicha reunión.Asistieron también titulares de la cartera social de otras provincias, como Andrés Larroque, por la provincia de Buenos Aires; Diego Fernando Álvarez, de La Pampa y Alfredo Menem, por la provincia de La Rioja.
Además, participaron Ángel Hugo Niccolai, de Santiago del Estero; Lucas Castelli, de Neuquén y Juan Pablo Muena, de la provincia de Río Negro. También estuvieron presentes Fernando Meza, de Misiones y Adriana Chapperon, ministra de Tierra del Fuego.
Tras un comunicado se indicó que los funcionarios solicitaron enfáticamente a la ministra Pettovello y al secretario Pablo de la Torre que establezcan canales de comunicación efectivos, convoquen a una mesa de diálogo y reúnan a la brevedad al Consejo Federal de Desarrollo Social, para analizar las implicancias de las decisiones tomadas a nivel nacional en cada jurisdicción y brindar respuestas concretas a los sectores afectados.
Durante el encuentro, hubo consenso en torno a la premisa de que una devaluación del 118%, junto con un incremento de la inflación del 25,5% en diciembre y del 20,6% en enero, sumado a que más del 50% de los argentinos y argentinas se encuentran en situación de pobreza, no puede ser acompañado por un ajuste desmedido en los sectores más vulnerables.
En este contexto, se destacó que la degradación del Ministerio de Desarrollo Social no está arrojando resultados positivos, y se considera que las primeras medidas adoptadas, como la eliminación de programas de inclusión laboral, el debilitamiento de la economía popular, la interrupción de proyectos de integración urbana y la reducción de programas destinados a la primera infancia y asistencia alimentaria, sin la implementación de políticas alternativas efectivas, están profundizando las desigualdades y consolidando la vulnerabilidad social de la población.
Se hizo hincapié en el fuerte impacto negativo que estas políticas están teniendo en diversos grupos vulnerables, como personas con discapacidad, adultos mayores, pueblos originarios, primera infancia, así como en aquellos con diferentes enfermedades y problemas alimentarios.
Asimismo, consideraron que el área de Desarrollo Social es de suma importancia y ha funcionado activamente con todos los gobiernos desde la crisis del año 2001.
Sin embargo, se expresó preocupación por el drástico recorte en la ayuda alimentaria a los merenderos y comedores escolares desde la asunción del presidente Javier Milei, una situación sin precedentes y de extrema gravedad para los más desprotegidos.
Al finalizar, los titulares lamentaron que hasta el momento el Gobierno sólo haya anunciado que durante el primer semestre del año el ajuste será muy duro para los argentinos y argentinas, motivo por el cual expresaron: “Hay sectores que no pueden esperar y nuestra función como servidores públicos es dar respuesta a los ciudadanos y ciudadanas de las provincias argentinas. Esperamos una respuesta a la brevedad”.