Se conmemora este 15 de marzo el 33° aniversario de creación de la bandera provincial, “símbolo de nuestra identidad formoseña y de nuestro orgullo de ser hijos e hijas de esta hermosa tierra”, refirió el gobernador Gildo Insfrán.
Entre los fundamentos simbólicos de la enseña formoseña, sus creadores, los arquitectos María Beatriz Sáez y Walter Willimburgh, se propusieron un diseño surgido de la privilegiada ubicación de la provincia de Formosa en el Cono Sur Americano y el rol protagónico que le cabe en el marco de la integración regional y continental. Tomado éste como tema único de la propuesta dado que caracteriza a la provincia en su importancia geopolítica y asegura su proyección y permanencia en el tiempo.
Se intenta reflejar la presencia de Formosa en el corazón del continente, subrayando el proyecto de integración a través de su extensa frontera como invariante histórica.
El paño partido en tres campos representa el Cono Sur abrazado por los dos océanos, expresado en los colores celeste y blanco de nuestra bandera nacional.
“Es de destacar para una mejor comprensión de la ubicación geográfica de la provincia en el país, el ser atravesada por el trópico de Capricornio. Esto se ha marcado mediante una guirnalda de laureles que cruza todo el paño en sentido longitudinal. La estructura institucional de la provincia se sintetiza en nueve estrellas dispuestas en el círculo a la altura del trópico, componentes ya presentes en el escudo provincial”, señala el sitio oficial de la provincia, al explicar las características.
Dos premisas importantes condicionaron el diseño: la primera, la condición de toda bandera de ser leída indistintamente por ambas caras, lo cual restringió el empleo de formas y textos, y la segunda, la simplicidad de trazado presentado en su reproducción a nivel escolar e institucional.