En ese sentido, remarcaron la necesidad de continuar colaborando con el trabajo que hacen las brigadas sanitarias, cumpliendo en las casas con las medidas de prevención solicitadas.
En el marco del trabajo intensificado y de la concientización a la comunidad que viene llevando adelante el Gobierno de Formosa, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, para hacer frente al dengue, el subsecretario de Medicina Sanitaria, el doctor Manuel Cáceres, recordó una serie de recomendaciones que es necesario que los vecinos sigan cumpliendo.
En primer lugar comentó que es fundamental que “continúen acompañando a los operadores sanitarios que visitan los barrios, tanto en la Capital como en las localidades del interior” ya que son quienes tienen a su cargo las diversas acciones para prevenir el dengue “y, a la vez, quienes enseñan a las familias las medidas de prevención que deben cumplir para evitar la enfermedad”.
“Trabajar entre todos, sin pausa, sigue siendo la única manera de prevenir el dengue”, recalcó y agregó, que para eso “cada uno desde su casa, debe llevar a cabo los cuidados preventivos y abrir las puertas a los brigadistas para que hagan su trabajo”.
Una vez más, recordó que “ellos se ocupan de dar las instrucciones a los vecinos, de las fumigaciones y de enseñarles cómo se hace el descacharrizado, cómo se utiliza el larvicida correctamente, cómo debe usarse el repelente, entre otros cuidados”.
Asimismo, Cáceres instó a que las familias “se organicen cada día para hacer una revisión en sus patios y veredas principalmente” a fin de eliminar los recipientes donde puede juntarse agua limpia, explicando “que son los lugares apropiados para que el Aedes aegypti, mosquito que transmite el dengue, coloque sus huevos y luego nazcan nuevos mosquitos”.
“Eso es muy importante”, dijo el funcionario, haciendo hincapié en que “a mayor cantidad de mosquitos, más posibilidades tenemos de que los virus del dengue sean transmitidos” y para contrarrestar eso “debemos eliminar los objetos que no se usan y que normalmente están tirados en los patios, por ejemplo: latas, botellas, envases de distintos tipos y materiales, neumáticos, restos de juguetes, tapitas de gaseosas”.
En relación al uso del larvicida, amplió que “debemos seguir las demostraciones que nos dan los brigadistas cuando llegan a nuestro domicilio, para que apliquemos este líquido de forma correcta, sabiendo cada cuantos días debemos colocarlo, en qué cantidades y en qué tipo de recipientes”.
Mencionó que su finalidad “es matar las larvas de mosquitos antes que lleguen a su etapa adulta cuando desarrollan alas, vuelan y pican pudiendo transmitir los virus del dengue de una persona que está enferme a otra que está sana”.
Más adelante, hizo lo propio con el uso del repelente, repasando que “es fundamental evitar las picaduras mediante el repelente, renovando su aplicación cada dos o tres horas, sobre todo cuando vamos a estar al aire libre, en los lugares y horarios donde hay mayor cantidad de mosquitos, sobre todo”.
Por último, destacó que ante la presencia de síntomas como “fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de las articulaciones, nauseas, vómitos, diarrea, dolor de panza, se debe hacer la consulta inmediata al centro de salud o al hospital más cercano al domicilio”.
Y subrayó que “no se deben pasar por alto esos síntomas, ni dejar pasar las horas sin hacer la debida consulta porque el cuadro puede empeorarse y complicarse y además, es el médico el que va solicitar, según la evaluación, que el paciente se realice el análisis para confirmar o descartar que sea dengue”.