En el marco de una tarea articulada, personal del Ministerio de la Producción y Ambiente de Formosa y agentes del Destacamento de la UEAR Sección La Frontera de la Policía Provincial, rescataron a un ciervo de los pantanos.
Según pudo saber AGENFOR, el rescate se realizó el pasado sábado 23 en la localidad La Frontera, del Departamento Pilcomayo, ante la solicitud de la Delegación UEAR de la Policía que requirió la presencia del personal de la Subsecretaría de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental del MPyA, ya que habían sido notificados por una vecina luego de la aparición de un ciervo en el patio de su domicilio.
El animal recibido en guarda es un ciervo de los pantanos (blastocerus dichotomus) juvenil, de sexo hembra. Luego de ser monitoreado y revisado minuciosamente, determinando que no presentaba lesiones o daños, fue conducido en un medio de transporte adecuado para la especie (cajón ciego para traslado) y en un vehículo de la Dirección de Recursos Naturales y Gestión a la Reserva de Animales Silvestres Guaycolec.
El animal en custodia ingresó a la reserva en buen estado de salud y fue alojado en un recinto de monitoreo por un período de 15 días, para su posterior reubicación hasta terminar su crianza.
En ese sentido, se destacó la pronta acción de todos los participantes en este rescate, ya que el ciervo de los pantanos fue declarado “monumento natural provincial”, a través de la Ley N° 1673, “Creación del “Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas de Formosa”, del 22 de noviembre del 2018, teniendo en cuenta además que se trata de una hembra juvenil, favoreciendo la preservación de futuras generaciones de la especie.
Características
El ciervo de los pantanos es el cérvido más grande de Sudamérica y en Argentina se lo encuentra principalmente en los Esteros del Iberá (Corrientes), y en el delta del Paraná (Buenos Aires y Entre Ríos), donde constituye un símbolo de la cultura isleña.
Se trata de uno de los pocos cérvidos anfibios del mundo, característica que solo comparte con el barasingha de India y Nepal, y el ciervo acuático de China, lo que lo vuelve un espécimen particularmente singular.
Los adultos llegan a pesar unos 150 kilogramos. Pueden alcanzar unos dos metros desde la cabeza a la cola y una altura de hasta 1,30 metros a nivel de la cruz. Tienen pelaje pardo rojizo y negro en las patas. Los machos desarrollan grandes astas y, al igual que todos los ciervos, su cornamenta cae cada año.
La destrucción de su hábitat y la caza son las principales amenazas que enfrentan sus poblaciones. A nivel internacional se encuentra categorizada como especie vulnerable en el Libro Rojo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, mientras que en Argentina está catalogada como en peligro de extinción.