Foto de archivo
El ingeniero Marcelo Ugelli, administrador general del Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), repudió la paralización de la obra pública en todo el país, una de las medidas más abruptas tomadas por el presidente Javier Milei desde el inicio de su gestión.
“En un país que se quiere desarrollar, es impensable dejar en manos privadas la planificación de la infraestructura de una Nación”, objetó el funcionario formoseño y añadió que “es totalmente ilógico, no tiene razón de ser, pero lamentablemente está sucediendo”.
Además, declaró a AGENFOR, que “no es gracioso y gratuito desfinanciar todos los programas, porque de esta manera varios derechos de las personas se encuentran afectados, como el de la circulación en cuanto a vías de comunicación, el sanitario en referencia a la provisión de agua segura y de tratamientos de líquidos cloacales, al igual que el de la vivienda que está consagrado en nuestra Constitución Nacional”, entre otros.
También, con este parate repentino “hay consecuencias económicas” como por ejemplo “la deuda existente de los certificados (con las empresas constructoras), la continuidad de los contratos y los convenios que se encuentran vigentes” e indicó que los afectados directos son trabajadores como “albañiles e ingenieros”, mientras que los indirectos abarcan a “todo lo relacionado con los servicios de provisión de materiales”.
Asimismo, informó que se trata de “un volumen de dinero en certificaciones de obras que rondaba entre los mil y dos mil millones de pesos por mes (el año pasado), que ahora no entran al mercado local”.
Y agregó que “en la provincia hay 50 empresas que prácticamente están sin actividad y que van a depender de los fondos de la obra pública provincial que pueda encarar el gobernador Gildo Insfrán”.
En esta línea, recordó y destacó que el primer mandatario provincial “ya ha manifestado la voluntad de la continuidad de las obras”, señalando con seguridad que “no vamos a cambiar nuestro Modelo Formoseño porque haya un Presidente que en su propuesta no incluya a la obra pública”.
“Como funcionarios es nuestra obligación explicar las consecuencias de lo que está sucediendo, pero también es nuestra obligación dar este mensaje de esperanza, esa fe de la que habla el Gobernador de que en Formosa sí habrá obra pública. Se continuará con otro ritmo, pero se seguirá”, cerró.