En su discurso tras tomar posesión en el cargo, el flamante rector organizador de la Universidad Provincial de Laguna Blanca, el licenciado Adrián Muracciole, destacó el valor de la Universidad pública argentina, y en ese contexto, expresó categórico que “la UPLaB constituye un hito en la historia de Formosa”.
En ese contexto, AGENFOR recogió algunos de los conceptos más importantes vertidos durante su alocución, que inició diciendo: “La Universidad pública argentina es en el presente un motor de la movilidad social ascendente y una política de Estado que el pueblo argentino sostiene y valora”.
Sin embargo, explicó que “no siempre tuvo ese carácter ni importancia; si bien la Reforma de 1918 permitió a los claustros elegir sus representantes y avanzar en la producción académica, la Universidad argentina siguió siendo arancelada y por lo tanto elitista”.
“El pueblo argentino logró llegar a las aulas de la Universidad pública cuando Juan Domingo Perón decretó su gratuidad en el año 1949, así como cuando creara la entonces Universidad Obrera Nacional, hoy UTN”, subrayó.
Fue así que los obreros y sus hijos pudieron acceder a los estudios superiores, “iniciando un camino que permitió a muchos de nosotros ser profesionales gracias a la Universidad pública y gratuita que se convertía, a su vez, en una referencia latinoamericana en altos estudios, donde se formaron varios Premios Nobel y presidentes de distintos países de América”.
Seguidamente, aludiendo al plano provincial, “la Universidad Provincial de Laguna Blanca constituye un hito en la historia de Formosa, un acto de justicia social y un símbolo de la revolución educativa llevada adelante siguiendo los lineamientos del Modelo Formoseño”.
Y destacó que “así como en 1949 con Perón de presidente de la Nación la Universidad se llenó de obreros, en Formosa con Gildo Insfrán se llenó de hijos de trabajadores y paipperos de todo el territorio que se convirtieron muchos de ellos en primera generación de egresados”.
En esa línea, Muracciole puso de resalto “el carácter inclusivo del modelo educativo formoseño”, el cual “se refleja también en nuestros estudiantes aborígenes”, mencionando el caso de Carolina Gardel, una joven wichí del oeste formoseño, flamante ingeniera en Producción Agropecuaria recientemente recibida.
“O en los más de cien formoseños de las tres etnias recibidos en las distintas instituciones de la educación superior”, acotó.
De igual manera, “la revolución educativa de Formosa se refleja en las 1504 escuelas inauguradas” a lo largo y ancho del territorio, “logrando equidad territorial y que cada formoseño, viva donde viva, tenga una escuela cerca donde estudiar en las mismas condiciones”.
Avanzó acentuando que “a pesar de quienes desconfiaban de la capacidad de los formoseños de tener una casa de altos estudios, logramos el reconocimiento oficial de la UPLaB por parte del Poder Ejecutivo Nacional”, al igual que “la acreditación de las carreras de Medicina y Licenciatura en Enfermería por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU), otorgando así validez nacional para los títulos que allí se emiten”.
Por otro lado, precisó que la UPLaB hoy cuenta con cinco carreras en las que estudian 855 alumnos. Se trata de las Licenciaturas en Turismo y Ambiente, más Ingeniería en Producción Agropecuaria, que ya llevan varias cohortes y 119 egresados. A estas se le sumaron el año pasado la carrera de Enfermería y en este 2024 la de Medicina.
“Esto es posible por la decisión política del doctor Insfrán y su compromiso con la educación, obligación indelegable del Estado como un derecho fundamental y no un negocio como plantea el neoliberalismo”, significó.
Valoró ello al ponderar que “es una decisión que cobra mucha más importancia en momentos en que se ataca lo público, donde desde el Gobierno Nacional se desfinancia a la Universidad pública y pretende instalar una lógica de mercado que sólo sirve a los intereses de unos pocos, mientras se excluye a las grandes mayorías”.
“En Formosa, por el contrario, seguimos sosteniendo la educación pública de calidad con recursos provinciales”, dejó en claro, contundente.
Por consiguiente, “es una obligación de quienes formamos parte de esta institución con sede en Laguna Blanca cuidar y aprovechar los recursos con los que contamos a partir de las políticas del Modelo Formoseño que hace posible que miles de jóvenes se formen en una Universidad con todas estas posibilidades”.
Frente a esto, “el compromiso como rector es continuar demostrando que cumplimos con los estándares de calidad que garanticen una formación integral de hombres y mujeres que se conviertan en profesionales que puedan realizarse personalmente, contribuyendo con su trabajo al desarrollo pleno de su comunidad”, concluyó.