El pasado miércoles 8, desde las 18.30 horas, en la sede de ATE ubicada en Fotheringham 658 de la ciudad capital, se presentó la película “Lago Escondido, soberanía en juego” con la presencia de su director Camilo Gómez Montero.
Al respecto, el secretario general de ATE seccional Formosa, Carlos Villasanti, conversó con AGENFOR y explicó que dicha presentación fue iniciativa de la Secretaría de Formación del sindicato para lo que se contactaron con el director y organizaron los recursos para llevarlo a cabo.
“Esta película se está presentando en todo el país y ahora le tocó a Formosa y eligió ATE para venir a presentar, cosa que para nosotros no es un tema menor porque se va a ver la importancia que tiene este documental para demostrar al país qué es lo que está pasando fundamentalmente en el sur, más específicamente en este caso con Lago Escondido”, indicó.
Y agregó: “La idea es mostrarle a todo el público en general con esta película lo que puede llegar a suceder en la Argentina, que es lo que está sucediendo y esto se puede replicar por varios, si es que se siguen aprobando las leyes que van en contra de los intereses del pueblo, de hecho ya está demostrado lo que viene pasando con la aplicación del DNU y ni hablar si llega a pasar en el senado la ley base”.
En este punto, el gremialista analizó que dicha legislación “no hace otra cosa más que, en primer lugar, quitar el derecho a los trabajadores y después poner a disposición de las corporaciones nuestros recursos naturales, básicamente es el saqueo de nuestro pueblo”.
Por su parte, Camilo Gómez Montero, brindó detalles acerca del contenido del documental y dijo que en él se denuncia la presencia británica ilegal en la Patagonia.
“La película quiere mostrar de manera directa tal cual cómo funciona, en pleno siglo XXI, un enclave británico y un feudo al servicio de un inglés en territorio argentino. Los actores principales son un grupo de marchantes de toda la patria, de todo el país, que año tras año tratan de llegar al Lago Escondido visibilizando, abriendo los ojos de lo que está pasando en la Patagonia”, sostuvo.
Y añadió: “Son los compañeros y compañeras de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua que conduce Julio Urien, un histórico militante del campo popular que se traslada año tras año para visibilizar este problema y tratar de llegar hasta la mansión de este británico en el lago que está allí en el límite con la cordillera de los Andes, ya en Chile”.
En ese sentido, el director precisó que Joe Lewis “se queda con estas tierras en los años 90, cuando las provincias empiezan a vender y a disponer de sus recursos naturales y la provincia de Río Negro le vende, no a él, se hace toda una transacción indirecta de venta de acciones que finalmente terminan en manos de este británico de manera totalmente ilegal”.
“Ningún extranjero puede comprar tierras en zona de frontera en la Argentina, está totalmente prohibido por ley, tiene que sobrepasar los 50 kilómetros del límite con otro país y este británico compró la tierra a cinco kilómetros de Chile. Nada más y nada menos que el país aliado a los británicos en la Guerra de Malvinas en este territorio que, ahora uno al ingresar como argentino, los hombres del Lewis que te están esperando ahí te dicen que eso es territorio de la colonia británica”, desarrolló.
De esta manera, argumentó que la idea de este material surgió cuando “me llegó la noticia de que un grupo de argentinos estaba queriendo entrar al Lago Escondido, esto fue hace dos años y se le interrumpieron en el camino unas fuerzas al servicio de este británico, Joe Lewis, a caballo con los rostros cubiertos con pañuelos y armados con armas de fuego”.
“En ese momento yo estaba en mi casa y dije esto es una barbaridad, hay que registrar esto y ahí empezó la idea de hacer este documental para denunciar este problema, porque si no el Lago Escondido quedaba como una palabra que se escuchaba cada tanto tiempo en un noticiero del país y después se diluía”, manifestó.
Y continuó: “Nosotros le quisimos dar imagen y sonido y que sea lo más directo y crudo posible, que no haya esta cosa de interpretación de una entrevista que te dice: mirá tal cosa tal otra, nosotros no, queríamos poner las cámaras ahí adentro y ver cómo funcionaba, verdaderamente es lo que perseguimos y creo que conseguimos un documental que tiene mucho de eso, un testimonio completamente directo de lo que va pasando ahí adentro”.