Como parte del cronograma del Ciclo Cultural “Arte y Río”, la Subsecretaría de Cultura organizó, este viernes 17, “La peña de los talleres”.
La misma se desarrolló a partir de las 19 horas en el Galpón “C” del Paseo Costanero Vuelta Fermosa, con entrada libre y gratuita, con participación de los 17 talleres artísticos de este organismo.
Sobre esto, el subsecretario Jorge Santander resaltó que hubo más de 500 artistas, entre niños, jóvenes y adultos, destacando que para ser parte de los talleres “no se necesita tener conocimientos artísticos, simplemente tener ganas de aprender”.
“Nosotros fortalecemos una política de Gobierno provincial, integrando siempre a nuestro pueblo en su cultura, expresando su identidad, y lo hacemos con mucho orgullo”, expuso.
Asimismo, resaltó que estas actividades están dirigidas también para “darle una alegría a nuestro pueblo en este contexto nacional tan difícil”, añadiendo que “los pueblos tristes no vencen y nosotros tenemos que vencer a la adversidad”.
Por eso consideró que el Ciclo Cultural Arte y Río “es un punto de resistencia a lo que quieren hacer desaparecer de nuestra cultura”, expresó en referencia a las políticas de desfinanciamiento del Gobierno Nacional.
Santander adelantó también que durante la semana estuvo reunido con distintos intendentes de localidades del interior, para organizar juegos provinciales, con el fin de “paliar la falta de los juegos culturales Evita”.
Indicó que la propuesta es que sea “un encuentro cultural de la juventud y la infancia”, teniendo como fecha estimada desde julio a octubre, con las finales en noviembre en la ciudad capital.
Baúl Artístico
En el mismo espacio físico se realizó además el segundo Baúl Artístico, con una gran oferta de trajes y vestuario para actos escolares.
Participaron emprendedores, vestuaristas de la ciudad de Formosa quienes propusieron esta feria de vestuarios artísticos para actores escolares, en la previa del 25 de mayo, encontrándose vestidos, trajes, bordados, además de accesorios para danza y teatro.
La jornada incluyó también un rincón gastronómico con sabores bien regionales, como mbeyú, buseca y pan casero.