El presidente de la Cámara de Diputados de Formosa, Armando Felipe Cabrera, fustigó la represión recibida por diputados nacionales de Unión por la Patria (UP), entre ellos los formoseños Luis Basterra y Ramiro Fernández Patri, durante las protestas por la sanción de la Ley Bases que discutía el Congreso hace pocos días.
En declaraciones que brindó a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR), el diputado provincial recordó que en pleno ejercicio de la democracia y de una manifestación pacífica de lucha por conservar derechos conquistados, se llevó adelante esta represión por parte de las fuerzas que actuaron en la protesta.
“Han reprimido a ciudadanos y a legisladores, que son los protagonistas, son las autoridades del sistema. Acá no tienen derecho a hacer esas cosas, son derechos que nos han costado mucho en la lucha”, consideró tras agregar que se trata de una barbaridad en un Estado presente.
Tras participar de los actos por el Día de la Bandera, Cabrera dijo que se trata de un símbolo que representa a toda la Argentina, al tiempo que consideró que es necesario un Estado solidario, en todo sentido, con su comunidad.
“Tiene que existir la educación pública, la salud pública, las obras de envergadura a cargo de la Nación porque no hay plata suficiente en las provincias para poder hacer las grandes obras”, cuestionó y mencionó la necesidad de reconstruir el Ferrocarril Belgrano y dotar a Formosa de obras que le permitan modificar su perfil productivo, como también darle una matriz energética más robusta.
“Si no fuera por el Estado presente, Formosa no tendría la ruta 81 pavimentada, no tendría la ruta 86 pavimentada, la ruta 9 pavimentada, y en fin, todas estas obras descomunales no estarían ejecutadas”, reflexionó.
El legislador trajo a colación que en esto se basa la doctrina justicialista, profundamente cristiana y humanista, que “pone en el centro de toda su reflexión al ser humano”.
Al opinar sobre el presidente Javier Milei, recordó que es “de derecha liberal”, y defiende un Gobierno que fomenta la educación y salud privados, donde “vive bien el que es rico y el pobre sufre, o sea, cultiva la mano de obra barata”.