“Si no hay demanda, no hay producción. Si no hay producción, no hay industrialización. Y hasta ahora no encontramos incentivos desde la Nación para seguir avanzando en lo que tiene que ver con la evolución comercial”, advirtió Fabián Hryniewicz, referente en Formosa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En medio de la recesión generada por las políticas del actual Gobierno libertario, el consumo en los supermercados y autoservicios cayó 12,5% interanual en junio a nivel nacional, con mayor baja en el interior que en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
De esta manera, en el primer semestre de 2024, las ventas acumulan una caída del 8,5% contra el mismo período de 2023, datos que surgen de un informe de la consultora Scentia.
Al respecto, en declaraciones recogidas por la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR), Hryniewicz remarcó que ante la crisis socioeconómica nacional “hoy ya uno no va a comprar marcas, sino que busca productos. No lo que me gusta, sólo lo que puedo pagar. Entonces, todo eso realmente repercute en la cadena de la producción, desde donde se origina la materia prima hasta la góndola”.
Alertó que no se trata sólo de la significativa baja del consumo de alimentos, porque “ya ni siquiera hablamos de segundas marcas, uno va a comprar hasta donde le alcance”.
“Pasaron las épocas donde íbamos a la verdulería y decíamos ‘dame un kilo de morrones, otro de tomates’; hoy te llevás lo que necesitás para el día, un morrón, uno o dos tomates, y es así. Y lo vemos en lo cotidiano”, lamentó.
“Esa es la incertidumbre que estamos teniendo y un factor real, porque no hay ninguna medida nacional que incentive al sector productivo, incluido el de servicios, que es el comercio, sino que todo lo contrario”, sostuvo.
Además, a esto se suman “los aumentos de las tarifas de energía que en algunos casos hasta superan el costo del alquiler, es decir que se paga más de costo energético que el alquiler” de un almacén, un supermercado o una boutique.
“Estamos en un momento muy complejo –marcó-. Y los aumentos en los productos, más allá que digan que no se incrementan, es mentira, siguen subiendo. Uno va al supermercado y lo que compró la semana pasada, tiene una variación de precios para arriba. Es la ‘picardía’ de algunas empresas, sobre todo de las multinacionales, que además hacen los envases cada vez más pequeños”, cerró.