Producto de la caza furtiva, la provincia perdió a uno de los cinco ejemplares del felino más grande de Sudamérica que tenía registrado.
La subsecretaria de Recursos Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental del Ministerio de la Producción y Ambiente, Natalia Lupia, señaló que la provincia de Formosa, a través de sus diferentes resortes, actuó de manera “muy rápida”, logrando la captura y detención de una de las personas que habrían intervenido en la caza de un yaguareté.
El hecho ocurrió en Estanislao del Campo y tuvo como protagonistas a por lo menos cuatro cazadores furtivos, quienes dieron muerte a este animal, que estaba siendo monitoreado por la provincia, a través de cámaras trampa y está protegido por la legislación vigente, por lo que su caza, está prohibida.
Según se estableció, luego de cazarlo, lo carnearon y le arrancaron la piel, presuntamente para venderla en el mercado ilegal.
Tras la denuncia de la muerte del yaguareté, en forma inmediata personal técnico del Ministerio de la Producción y Ambiente de Formosa realizó las diligencias pertinentes tendientes a corroborar tal circunstancia.
Constató además que se trataba del mismo ejemplar que las cámaras trampa habían detectado el 27 de febrero en primer término, y en el mes de abril, como parte del relevamiento realizado en un corredor, clave para la conservación como es el departamento Patiño, entre el Ministerio de la Producción y Ambiente de la provincia de Formosa y el Proyecto Yaguareté del Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA-CONICET), con la colaboración y participación de un gran número de pobladores y productores.
“Se sabe que es este animal porque las formas en la piel del animal son únicas, son como sus huellas digitales. En el análisis que hizo la bióloga de esta Subsecretaría junto con los profesionales de Red Yaguareté, se lo identifica como el animal registrado en el mes de febrero”, confirmó la funcionaria en declaraciones que brindó a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR).
Al brindar un detalle de lo ocurrido, precisó que el día sábado, al recibir las contundentes imágenes de la caza del yaguareté, se dio aviso a la Policía Ecológica y la fuerza confirmó los nombres de los involucrados, tras lo cual se realiza la denuncia en la localidad de Ibarreta.
“Automáticamente interviene la jueza de Las Lomitas, Gabriela Soledad Plazas, se procede a un primer allanamiento el día lunes”, del que forman parte agentes de la Subsecretaría, de la Dirección de Registro, Control y Fiscalización, abogados, biólogos y técnicos, quienes ingresan en forma conjunta con la Policía Ecológica y la Unidad de Asuntos Rurales (UEAR) “para poder llegar al campo y dar con una de las personas que estaban en los registros fotográficos”, precisó Lupia.
Señaló que este hombre fue detenido y se decomisaron en el lugar elementos que se encontraron en el domicilio, como armas, lazos, monturas y ropa con sangre, que forman parte de la causa judicial, como elementos de prueba.
Conducta repetida
Lupia recordó que el yaguareté fue declarado Monumento Natural Provincial en Formosa (Ley 1673) y Monumento Natural Nacional (Ley 25.463), y que su caza está prohibida en todo el territorio.
Señaló que el MPyA realiza en forma constante capacitaciones para crear conciencia sobre su preservación y los pasos que deben seguirse en caso de avistar una huella o bien que se haya constatado su presencia en el territorio.
Dijo que se debe dar aviso a las autoridades, en este caso la Subsecretaría de Recursos Naturales o la Policía Ecológica, quienes trabajan en forma conjunta.
Hecho lamentable
Lupia lamentó la caza de este felino, al marcar que Formosa contaba en sus registros con sólo cinco ejemplares en todo el territorio, por lo que exhortó a la comunidad a conocer las legislaciones que los protegen.
“Lamentablemente ocurrió un delito, pero hemos actuado de manera muy rápida, logrando la captura de esta persona en menos de dos días”, aseveró.
A continuación, explicó que Formosa, en base a su ordenamiento territorial, establece una zonificación, identificando zonas de corredores, con la idea de garantizar la circulación de la fauna autóctona.
“Nuestro ordenamiento territorial establece una restricción en los cambios de uso de suelo, de tratar de modificar lo menos posible estos ambientes para no afectar a la fauna”, avanzó.
Tras comentar que el ordenamiento se halla en revisión, dijo que uno de los temas que se abordan en la preservación de la fauna, y particularmente las consultas apuntan en muchos casos, al yaguareté.