La Asociación Perla Formoseña, ubicada en la localidad de El Potrillo, en el oeste formoseño, desde hace tres años produce harina de algarroba, siendo una actividad que además tanto en El Quebracho como en Lote 8 llevan adelante jóvenes y mujeres originarias.
“Es una labor más familiar”, sostuvo al respecto a AGENFOR Julián Ajchura, referente de esa asociación, quien consignó que en la temporada de cosecha 2023-2024 lograron “entregar a la planta de Nutrifor seis mil kilos de este producto, aproximadamente”.
Relató así mismo que al principio, cuando empezaron con esta actividad, había “muchos temores sobre si iba a ser aceptado en la sociedad, en el mercado”, y destacó que “la intervención del Estado provincial” les permitió seguir produciendo al darle “las herramientas”.
Ellas contemplan, a través de varios organismos, desde el conocimiento hasta lo financiero, citando por ejemplo el hecho de “capacitar a las mujeres y a las familias para que hagan la recolección, la clasificación de las chauchas, a través de un proceso hasta llegar a la planta”.
También informó que la Asociación Perla Formoseña se compone de “jóvenes operarios egresados del secundario y del instituto de El Potrillo”, que producen la harina de algarroba allí, como en El Quebracho y Lote 8, conformando “una red de organizaciones sociales”.
A la vez, destacó que este producto “tiene un valor nutricional muy alto”, por lo que “resulta beneficioso en la dieta de las personas, como de un deportista, incluso de las personas celíacas, ya que es un alimento sin TACC”.
Y añadió que nada se desperdicia, ya que el remanente que queda después de hacer la harina “es utilizado para elaborar alimentos balanceados”. Es decir, se busca aprovechar al máximo este recurso.
Según precisó Ajchura: “En este momento se está en la etapa de floración y en algunos casos ya con chauchas”, pero en quienes iniciaron de manera temprana con la recolección porque “generalmente, esto se da en la primera quincena de noviembre y fines de diciembre o los primeros días de enero”.
Por último, expresó que la planta de Nutrifor “transforma al darle un valor agregado” a este producto, “que luego vuelve a las comunidades en leche con harina de algarroba”, a través de los diferentes programas alimentarios provinciales como, por ejemplo, el Servicio Social Nutricional en las escuelas.
De esa manera, “los niños la reciben, al igual que las poblaciones originarias de la zona oeste”, por eso “nos sentimos orgullosos del Modelo Formoseño”, aseguró Ajchura.
Destacó para finalizar que ese modelo “nos da esa posibilidad de poder transitar y ayudar a nuestros comprovincianos”, puesto que “nos abre distintas puertas para que cada formoseño se forme, se capacite y escale socialmente, viva donde viva”.