Estará centrado en la atención personalizada de los pacientes que tienen una función renal muy reducida a fin de evitar la progresión de esta patología a estadios terminales.
Este jueves 19 de septiembre, el Hospital Interdistrital Evita puso en funcionamiento el Programa Enfermedad Crónica Avanzada (ERCA) que estará destinado a la detección más temprana y a la atención específica de pacientes que se encuentran en un estado avanzado de esta patología.
Estará a cargo de un equipo de salud integrado por distintas especialidades: nefrólogos, nutricionistas, psicólogos, enfermeros, cirujanos cardiovasculares, médicos clínicos, trabajadores sociales y otros profesionales, teniendo en cuenta que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) precisa de un abordaje multidisciplinario.
Cabe mencionar que, según los registros del Instituto Nacional de Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) y de otros organismos a nivel mundial, se viene observando que la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica crece exponencialmente a través de los años.
A su vez, es una patología que hasta el momento no se pudo reducir y, además, tiene una alta tasa de morbimortalidad con altos costos a nivel sanitario, tanto en el mundo como en el país.
En ese sentido, la jefa del Programa ERCA, la médica nefróloga Judith Palmas, puso de resalto que, en la Argentina “alrededor de cuatro millones de personas presentan algún grado de enfermedad renal, mientras que una de cada ocho personas desarrolla la enfermedad renal crónica en alguno de sus cinco estadios y el 90% de ellas no sabe que la padece”.
En función de eso, fue establecido el Programa ERCA, una iniciativa entre la Sociedad Argentina de Nefrología (SAN) y el Instituto Nacional de Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI), que en Formosa llevará adelante el Gobierno de la Provincia a través del Ministerio de Desarrollo Humano, el Hospital Interdistrital Evita y el Centro Único Coordinador de Ablación e Implante de la provincia de Formosa (CUCAIFOR).
Palmas detalló que su objetivo es “la detección de pacientes de toda la provincia que tienen enfermedad crónica avanzada, que son quienes tienen una función renal con 45 ml/min o menos, de tasa de filtrado glomerular. Es decir, que tienen una función renal muy reducida”.
Y amplió explicando que ese dato “se va obtener por medio de un análisis de sangre y de orina que se realiza en los servicios de laboratorios de los centros de salud y hospitales de la red pública de salud provincial. Y a partir de eso, los pacientes con un filtrado comprometido serán derivados al consultorio del programa para una atención pormenorizada”.
“Allí serán tratados para poder frenar su deterioro y para que, en lo posible, el paciente nunca requiera de un tratamiento con diálisis o trasplante. Y si fuera necesario que el paciente llegue a esas instancias, que pueda hacerlo en las mejores condiciones posibles”, afirmó.
Seguidamente, comentó que la ERC se clasifica en cinco estadios y en sus primeras etapas “es silenciosa, es decir que no presenta síntomas, volviendo al paciente más vulnerable y deteriorando su calidad de vida”.
Asimismo, tiene un alto riesgo cardiovascular y de impacto multiorgánico, un riesgo mayor de hospitalizaciones, una mortalidad mucho más alta que por causa de cualquier otra enfermedad y una menor esperanza de vida.
Por todos esos motivos, el consultorio del Programa ERCA “se centra en la atención personalizada de estos pacientes, para tratar de identificar las causas reversibles, disminuir la velocidad de progresión de la enfermedad, la morbimortalidad, la mortalidad en los primeros meses de tratamiento sustitutivo, la instancia hospitalaria y los costos sanitarios asociados”, concluyó.