El veto a la Ley de Financiamiento Universitario fue convalidado este miércoles 9 en la Cámara de Diputados de la Nación por 160 votos afirmativos, 84 en negativos y cinco abstenciones.
El texto, que había sido aprobado por ambas Cámaras del Congreso y luego vetado por el presidente Javier Milei, buscaba ampliar el financiamiento de las Universidades nacionales para garantizar su funcionamiento y actualizar los salarios docentes y no docentes.
Se refirió a este tema el profesor universitario Juan Eduardo Lenscak, quien en declaraciones a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR) además habló sobre su renuncia a la titularidad de la Cátedra Abierta de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Formosa (UNaF), en razón de que la actual conducción de la casa de estudios “acompaña el desfinanciamiento universitario”.
Sobre la ratificación al veto presidencial, afirmó que “se ha perdido la brújula”, ya que “ir en contra de la propia esencia de la nacionalidad y de la formación de la conciencia nacional es atentar contra el mismo sentido de la comunidad y hasta de los individuos”.
Esto es así porque “los argentinos tenemos un ADN muy importante en cuanto a ascenso social que lo da precisamente el estudio y la Universidad”, motivo por el cual consideró que “no hay mal que por bien no venga y va a servir para aquellos sectores que creyeron que este Gobierno libertario iba a combatir la casta, que iba a ser transparente y que iba a dejar de endeudarnos”, puesto que “es exactamente lo contrario y encima atenta estratégicamente contra el futuro de nuestro país”.
Y trazó un paralelismo con épocas pasadas de lucha universitaria, advirtiendo que “aquella vieja represión que eran los palos y la represión física, hoy se traduce en desfinanciamiento”. “El objetivo es el mismo, la metodología cambia”, evidenció.
“El proyecto que tiene esta gestión nacional es exactamente el mismo, porque es económico, que el de (José Alfredo) Martínez de Hoz, (ministro de Economía de la Nación entre 1976 y 1981) del Proceso de Reorganización Nacional, de la dictadura cívico-militar”, dilucidó.
Entonces, “cuando vemos que los mismos postulados de aquel entonces se reflejan hoy en día, se profundizan en democracia y además consiguen los votos para hacerlo, uno dice que tenemos que aprender a votar”.
Renuncia
Asimismo, Lenscak explicó que “renuncié a la Cátedra Abierta de Derechos Humanos porque la conducción de la UNaF, a contramano de lo que vinimos haciendo desde hace décadas, propició el desfinanciamiento universitario y a nivel nacional fue la única Universidad que no apoyó las dos movilizaciones que se hicieron”.
Ello “va en contra de lo que significa mantener y ampliar los derechos para los estudiantes, los docentes y la comunidad universitaria toda”, lo que configura “un tiro en el pie” para la UNaF, graficó contundente.
“Dejé sentado el precedente renunciando a la Cátedra porque la misma depende del Rectorado –enfatizó-. Es ad honorem y sigue la línea institucional que debe ser plural, pero hay límites”, dejando en claro que “estar en contra del financiamiento universitario marca un antes y un después, una diferencia muy notoria en lo que significa la ampliación de derechos”, concluyó.