El profesor Diego Ortiz, docente de la Facultad de Recursos Naturales de la Universidad Nacional de Formosa (UNaF), dijo que el informe dado a conocer por la Auditoría General de la Nación (AGN), que revela “graves incumplimientos” en la administración de esa casa de altos estudios, “nos tiene que poner en alerta a todos”, al considerar que de acuerdo a esta auditoría hecha por un organismo nacional “nos encontramos con una verdadera calamidad en lo que es la gestión institucional”.
En las últimas horas se conoció un crítico informe de la AGN, con las conclusiones de una auditoría que tuvo por objeto evaluar la gestión de la Universidad Nacional de Formosa en cuanto a siete aspectos: uno, estructura organizativa; dos, formulación y ejecución presupuestaria; tres, anticipos de fondos; cuatro, cuentas bancarias; cinco, inversiones; seis, compras y contrataciones; y siete, causas judiciales.
El período auditado comprende los ejercicios 2019, 2020 y 2021 y se indicó que el trabajo fue realizado de conformidad con las normas de auditoría externa de la AGN, aprobadas por las Resoluciones 26/2015 y 186/2016.
Las tareas de campo se desarrollaron desde diciembre de 2022 hasta marzo de 2024, incluyendo dos comisiones de servicio del equipo a la Universidad (con fecha 27/02/2023 al 03/03/2023 y con fecha 13/06/2023 al 16/06/2023).
Por otro lado, se procedió a relevar y analizar la denuncia judicial remitida por Oficio 29/2022 de la Fiscalía Federal Nº 2 de Formosa que tramita bajo los autos caratulados “Ortiz, Carlos Diego y otros s/ Denuncia” (Expediente Nº 197/2021).
Entre los principales hallazgos de la auditoría se mencionan: deficiencias en la estructura organizativa; formulación y ejecución presupuestaria; incumplimiento de la Ley de Administración Financiera; además de que la Universidad no cuenta con una norma que regule específicamente cómo se deben otorgar la totalidad de anticipos.
La auditoría también señala que se verificaron inconsistencias en la nómina de las cuentas bancarias informadas por la UNaF, según los registros del Sistema Contable SIU-Pilagá, con la información provista por la Tesorería General de la Nación.
Asimismo, advierte que la Universidad no contó con un plan de inversiones durante todo el período auditado, mientras que en las compras y contrataciones, el informe afirma que no elaboró un plan anual de compras de manera de permitir planificar un proceso eficiente de las mismas.
En sus conclusiones, el informe de la AGN remarca que “las falencias puestas de manifiesto, que representan incumplimientos sustanciales al marco normativo que rige la formulación y ejecución presupuestaria de la institución, en particular de la Ley de Administración Financiera y la Ley de Educación Superior, así como de su propio Estatuto, sumado a la disposición de fondos a partir de procedimientosque se apartan de las normativas vigentes relacionadas con las compras y contrataciones, requieren la adopción de medidas a efectos de subsanar los impactos en la eficacia y la eficiencia de la gestión de los recursos públicos, así como en la necesidad de asegurar la transparencia en el control legal que se deriva de la disposición de los mismos”.
“No nos sorprende”
Acerca de los resultados de esta auditoría, el profesor Ortiz manifestó que “esto no nos sorprende”, advirtiendo que “el informe de la Auditoría muestra graves incumplimientos y nos tiene que poner en alerta a todos”.
“Si bien hay muchas cuestiones que son técnicas, esto nos habla de una autocracia a la hora de gobernar, es el rector (Augusto Parmetler) haciendo las veces de rey que no solamente dicta altos administrativos, sino que también los oculta”, denunció.
Recordó que “nosotros llevamos años solicitando informes sobre las resoluciones que en algún momento se publicaban en un sitio web y hoy son absolutamente inaccesibles para la comunidad universitaria. Para tratar de simplificar lo que dice el informe, es que hay déficit administrativo, es decir que hacen lo que quieren en el manejo del presupuesto”, sentenció.
En este sentido, hizo notar que “todavía no funciona el comedor universitario, como además las instalaciones, los baños, los accesos y la iluminación en el campus tienen graves deficiencias, situación que no se condice con este supuesto cumplimiento presupuestario que ellos dicen que este Gobierno nacional le dio a la UNaF”.
También dejó en claro que “este informe no fue emitido ni por un partido político ni por una institución que se pueda vincular con la cuestión político-partidaria, sino que es la AGN”.
Sobre esta cuestión, el docente sostuvo que “la realidad es que la UNaF no resiste una auditoría. Es una situación realmente grave por las implicancias que tiene, porque hace bastante que no se están haciendo bien las cosas en una Universidad que para los formoseños es emblemática y fue el resultado de una lucha que llevó varios años en su momento y que terminó en 1988 con su creación”.
“La verdad es que se transforma en una herramienta poco útil para la sociedad formoseña, porque más allá de esta auditoría, tiene una oferta académica que no se renovó en casi toda la gestión de este rector. Desde que asumió hasta ahora son las mismas ofertas”, añadió.
“Esta falta de previsión y de gestión se ve no solamente en el plan de compras o de desarrollo de infraestructuras, sino también en la parte académica. Este informe de la AGN no lo dice, pero sí el de la CONEAU. Así que juntando los dos informes nos encontramos con una verdadera calamidad en lo que es la actual gestión institucional”, concluyó el profesor Ortiz.