Francisco Jara, productor paippero de la colonia El Recodo, ubicada en Riacho He Hé, celebró el éxito rotundo de la venta de sus ananás en la ciudad de Formosa. Gracias a la logística y apoyo del Instituto PAIPPA, logró comercializar su producción de manera directa en las ferias locales, donde en solo una mañana vendió 300 frutas, obteniendo de inmediato la ganancia total de su cosecha.
Durante la última semana, las ferias del Instituto PAIPPA ofrecieron ananás a $1000 cada uno, un precio que causó furor entre los consumidores de la ciudad de Formosa, quienes agotaron el stock en pocas horas.
Francisco Jara, el productor paippero que cosechó los 300 ananás, destacó el éxito de la venta y la ganancia que obtuvo en cuestión de horas, que fue posible gracias al acompañamiento del Instituto, que no solo brindó el transporte, sino que también lo respaldó en la cosecha y organización para la venta directa al público.
“Me sirvió muchísimo esta venta, porque pude obtener la ganancia de toda mi producción en una mañana. Esto es especialmente valioso porque el ananá tarda entre 12 y 20 meses en cosecharse. Además, con las ferias se ayuda a las familias a acceder a la fruta a un precio más accesible ya que, en otros lugares, está más caro”, opinó Francisco Jara.
El productor explicó que aunque parte de su cosecha suele ser adquirida por vecinos y habitantes de la zona, las ferias del PAIPPA le permitieron vender toda su producción en una sola jornada, algo que de otro modo habría tomado más tiempo.
En este contexto, el Instituto se posiciona como una estrategia clave del Gobierno provincial para conectar directamente a los productores con el consumidor final, eliminando intermediarios y beneficiando tanto a los agricultores como a los consumidores.
No es la primera vez que el productor paippero de El Recodo participa de las ferias, habitualmente Jara envía su producción a las que se realizan en Riacho He Hé, además de hacer entregas al Plan Nutrir, otra política del Gobierno de Formosa en la cual se destina alimentos paipperos a las familias más vulnerables.
“El PAIPPA está muy bien organizado. Ellos mismos buscaron los ananás, se hicieron cargo del traslado y de la venta. Incluso antes de la cosecha, dos ingenieras y un representante del Instituto vinieron a asesorarme y ayudarme en el proceso”, contó, además de resaltar que promueven capacitaciones y proyectos para fortalecer la producción y la calidad de los alimentos.
Este modelo de venta directa permite que los productores fijen precios más accesibles para los consumidores, al eliminar costos de intermediación como el transporte y la logística, que usualmente encarecen los alimentos. Cabe aclarar que en el caso de Jara, él mismo estableció el precio de $1000 por unidad, logrando un equilibrio entre la rentabilidad y el acceso del público.
Un ejemplo frente a la realidad nacional
Esta realidad es muy distinta a la de otros lugares del país. La Cámara Argentina de la Mediana Empresa señaló que en noviembre aumentó la brecha entre lo que gana un productor y lo que paga el consumidor, que abonó $3,6 por cada $1 que recibió el productor. Incluso debieron resignar 6,7% de rentabilidad, mientras el público debió pagar más en algunos casos, porque 19 frutas y hortalizas aumentaron 13,7% con respecto a octubre.
La experiencia de Francisco Jara y el modelo del Instituto PAIPPA muestran cómo la venta directa puede ser una solución efectiva para garantizar beneficios tanto a productores como a consumidores. Este enfoque fomenta la producción alimentaria local, reduce costos y crea un impacto positivo en toda la cadena.
Estrategias como el PAIPPA son clave para lograr una economía más justa y sustentable, donde los principales actores, el productor y el consumidor, sean los mayores beneficiados.