En un marco de entusiasmo y orgullo, el Centro de Atención Integral Juvenil (CAIJu) llevó a cabo su muestreo institucional, una jornada que reflejó el esfuerzo y la dedicación de los adolescentes que forman parte de esta residencia socioeducativa.
Acompañados por la ministra de la Comunidad, Gloria Giménez, operadores técnicos, docentes y el valioso apoyo de la comunidad, los jóvenes compartieron los logros obtenidos a lo largo del año en talleres como electricidad, panadería y herrería artesanal.
El evento contó con la participación de la jueza de Menores, la doctora Silvana Adalid Jarzynski, y el director de Niñez y Adolescencia, el doctor Robert Iván Medina Patiño.
La actividad incluyó una muestra de trabajos realizados y testimonios de los propios participantes, quienes destacaron cómo el compromiso y el trabajo en equipo les permitieron superar desafíos y alcanzar metas importantes.
También se llevaron a cabo demostraciones prácticas, como una instalación eléctrica con tablero básico, la presentación de platos dulces y salados elaborados en el taller de panadería, y la creación de una cocina artesanal y un plantero especialmente diseñado, este último obsequiado a la ministra Giménez.
La titular de la Comunidad destacó el impacto de estos espacios en la vida de los adolescentes, subrayando que “no solo celebramos los aprendizajes técnicos, sino también los valores que se consolidan aquí, como la responsabilidad, colaboración y el respeto mutuo. Este trabajo reafirma nuestro compromiso de restituir derechos, brindar herramientas para la construcción de proyectos de vida y garantizar oportunidades significativas para cada joven”.
Una visión transformadora
El CAIJu es más que una residencia socioeducativa. Diseñada para adolescentes varones de entre 16 y 18 años que ingresan por orden judicial como medida extraordinaria y de último recurso, esta institución opera bajo los principios establecidos en la Convención sobre los Derechos del Niño y la Ley Nacional Nº 26.061 de Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.
Su misión no se limita a la restitución de derechos vulnerados, sino que busca reparar daños trabajando también con las familias o referentes afectivos de los jóvenes.
Este enfoque integral fomenta la reflexión y la concienciación, promoviendo un proceso de transformación en el que la comunidad, los individuos y las instituciones del Gobierno provincial tienen un rol fundamental.
Como se demostró en este muestreo, el trabajo realizado en el CAIJu es una prueba contundente de cómo las oportunidades y el acompañamiento adecuado pueden cambiar vidas y construir futuros con esperanza.
“Con iniciativas como estas, el Gobierno de Formosa reafirma su compromiso de garantizar espacios inclusivos y formativos que permitan a cada adolescente desarrollar su potencial, superar barreras y convertirse en protagonistas de su propio destino”, recalcó la ministra Giménez.
El CAIJu es un ejemplo de cómo, desde la acción estatal y el trabajo conjunto, es posible transformar realidades y construir una sociedad más justa e igualitaria.