El ministro de Gobierno, Trabajo, Seguridad y Justicia, Jorge Abel González, ofició como orador principal en el acto de egreso de la XLVII promoción de Oficiales Ayudantes que se realizó este jueves 19 en el Estadio Cincuentenario; y sostuvo que “este es uno de esos días en los que podemos decir que da gusto ser orgullosamente formoseños”.
“Y este es el mejor ejemplo, porque este acto es de la educación pública, gratuita, que parecería ser que en estos tiempos casi sonaría como una mala palabra lo gratuito, pero no lo puede ser porque nosotros, como creación divina que somos los seres humanos, tenemos el don más preciado que es la gratuidad de la vida y a partir de ese don podemos desarrollar con las decisiones que vamos tomando a lo largo de la vida, lo que somos, como individuos, como familia y como pueblo”, expresó.
Y añadió: “La entrega de sables a estos jóvenes formoseños y formoseñas, es un ejemplo, de que en Formosa la igualdad de oportunidades es una realidad, porque allí sentados hay hijos e hijas de familias formoseñas a quienes no se les pregunta ni de dónde vinieron, ni lo que hacen, ni en lo que creen ni en lo que no creen”.
Si no que, aclaró, “a nosotros nos basta, sobra y alcanza con que sean formoseños y no sólo lo son sólo quienes nacen en esta tierra sino aquellos que la quieren y abrazan con toda su alma con estos jóvenes”.
“Por eso hoy es un día que da gusto ser formoseño, porque allí está reflejado nuestro pasado, construido con muchos sacrificios, carencias, porque estos jóvenes no nacieron de un repollo, vienen con una historia detrás, de una familia concreta, que eligió algún lugar de la provincia en el que habitar y ahí pusieron sus cimientos que está reflejada en estos rostros juveniles”, consideró.
Y agregó: “Es por eso que este acto nos señala el presente que estamos construyendo sobre esa cimiente colocada en nuestro pasado, hundiendo en profundidad sus raíces, teniendo en cuenta nuestras historias y por qué no, también, porque en definitiva es lo que nos hacen, nuestros sueños y dolores”.
El funcionario puso en valor, también que este presente del que son testigos los flamantes egresados no fue “obra de arte hecha por gracia divina” sino que se construyó “con tesón, con orgullo por todos los formoseños a partir de decidir transitar un camino que reafirme nuestra identidad como personas, familias, comunidad y provincia”.
“Ustedes son hijos e hijas de la educación pública, seguramente ya estudiaron en una escuela de techos azules, seguramente recibieron un derecho que para nosotros es algo natural como los útiles escolares y guardapolvos el primer día de clase; y eso que para nuestros niños, niñas y adolescentes es un derecho para otros, en otros lugares de este país, es un sueño incumplido”, aseguró.
En otro punto de su discurso, González manifestó que “mirarlos a ustedes (los egresados) con esos rostros juveniles es también mirar el futuro, porque ahí sentados entre ustedes, con seguridad, está sentado o sentada el jefe o jefa de policía de dentro de 35 años”.
“Estamos sembrando futuro en este presente basados en nuestras raíces del pasado, entonces este acto es un ejemplo del Modelo Formoseño, que nos permite a quienes habitamos este territorio a desarrollarnos como personas, individuos, sin olvidarnos que no nos podemos desarrollar en soledad, siempre es con otros, en una comunidad”, sentenció.
Por último, el Ministro expresó que un regalo de Navidad “no se mide por su valor económico” sino por el “significado que trasunta en la materia en el que está sustentado ese obsequio”.
“El pueblo de Formosa les obsequió esta educación publica y gratuita para que ustedes, con su labor diaria, cotidiana, en cada familia, devuelvan ese obsequio también como un regalo de vida al pueblo de Formosa a quienes ustedes se deben y prestaron juramento el 20 de junio”, cerró.