Además, dieron a conocer los síntomas que ayudan a reconocer cuando una persona está afectada y recordaron que hacer para asistirla.
Por su ubicación geográfica, Formosa es una provincia donde se registran altas temperaturas en diferentes estaciones del año, pero que son muy marcadas, sobre todo en el verano.
Y aunque estamos acostumbrados a eso, es importante saber que las personas podemos sufrir golpes de calor, sobre todo en los días de temperaturas extremas, tal como está anunciado por los pronósticos para esta semana.
Los golpes de calor “tienen generalmente un mayor impacto en dos grupos etarios: las niñas y niños -sobre todo los más pequeños- y los adultos mayores”, aclaró el Subsecretario de Medicina Sanitaria del Ministerio de Desarrollo Humano, doctor Manuel Cáceres, y sumó también “a las personas con enfermedades crónicas” como diabéticos e hipertensos, entre otros.
Al respecto, remarcó la necesidad de tomar las medidas de prevención adecuadas y estar alerta a los síntomas, para saber cuándo una persona lo está sufriendo, más que nada, porque en verano es habitual que se hagan actividades al aire libre “y los días que hace tanto calor, es decir que la temperatura y la sensación térmica son tan elevadas, aumenta el riesgo de padecer un golpe de calor”, explicó.
Entre las principales medidas de prevención, indicó “evitar exponerse al sol y al calor en los horarios de mayor impacto, entre las 10 y las 17 horas; permanecer en lugares frescos y ventilados, de ser posible dentro de la casa o bien, buscar una sombra para estar al resguardo”.
“Mantener una adecuada hidratación es también fundamental”, señaló Cáceres, agregando que para eso “hay que beber abundante agua, mínimamente entre dos y tres litros durante el día y evitar el consumo de bebidas azucaradas”.
Eso debe acentuarse en los niños y adultos mayores, que “aunque no tengan sed, hay que ofrecerles de beber constantemente y a los lactantes hay que darle el pecho a demanda”.
Usar sombrero de ala ancha que proteja, a su vez, la zona del cuello; usar ropa clara, holgada, de mangas y botamangas largas, de telas livianas, preferentemente de algodón y anteojos con protección UV. Y de ser posible, utilizar crema protectora solar, con factor de protección de 30 en adelante “para evitar lesiones en la piel”, agregó como otras recomendaciones.
Seguidamente, dio como otros puntos a tener en cuenta “consumir a lo largo del día alimentos frescos y ricos en agua, más que nada, frutas y verduras. Tomar baños de agua fresca y no permanecer en lugares cerrados, poco ventilados y calurosos”.
Mientras sostuvo, que es también es importante “Evitar hacer actividad física en las horas en que las temperaturas son más altas y en espacios cerrados que no están acondicionados adecuadamente. Es mejor, hacerlo al aire libre y en las franjas horarias en que la temperatura desciende un poco, por la mañana temprano y por la noche, después que baja el sol”.
Señales de alerta
Acerca de los síntomas que pueden sugerir que una persona está sufriendo un golpe de calor, el subsecretario numeró: piel enrojecida, caliente y seca; temperatura corporal de 40º o más; dolor de cabeza, náuseas, vómitos y confusión; convulsiones y pérdida de conocimiento; respiración y pulso débil, y sensación de vértigo, entre otros.
Remarcó, en tanto, que la piel apagada y escamosa, debilidad, confusión, sequedad de la boca y ojos hundidos “nos puede estar avisando que la persona está deshidratada”.
En caso de advertir alguno de esos síntomas, recalcó “solicitar inmediata asistencia médica o trasladar a la persona hasta el centro de salud o el hospital más cercano”.
“Ponerla en un lugar fresco y tranquilo. Tratar de enfriarle el cuerpo, refrescándola, mojándole la cabeza y el cuerpo con agua fresca y poniéndole paños húmedos en la frente, cuello y axilas. Darle de beber agua fresca, de a poco, de a sorbos pequeños. Y también, de la misma manera, se le puede dar sales de rehidratación oral”.