Por Williams Dardo Caraballo, abogado
Quienes ejercemos nuestro rol de ciudadanos tenemos el deber de estar informados, para así poder opinar. En esa tarea el menú de herramientas es infinito: desde Internet, TV por cable, diarios, redes antisociales y la radio como fiel aliada del mate y la lectura.
La estructura informativa monopólica tiende a privilegiar el ingreso a los hogares de los canales porteños donde se predica durante las 24 horas la colonización pedagógica que básicamente reniega del federalismo y las autonomías provinciales. Difusores del poder económico actúan como periodistas en distintos canales adictos al Gobierno, especialmente TN, A-24 y La Nación+, operando mediáticamente para sacar del foco de la opinión pública las noticias que derriten a la gestión libertaria en su cruzada por convertirnos en súbditos y colonia de la corporación de supermillonarios que gobiernan el “mundo occidental”.
Javier Milei tiene esa misión, encomendada por sus titiriteros, para facilitar la entrega del patrimonio y la riqueza nacional. Dicha tarea tiene como herramienta para su ejecución un plan sistemático de represión frente al hartazgo social y el corrimiento de factores históricos de presión como son los partidos políticos, el movimiento obrero, organizaciones sociales y la movilización callejera.
Ante esa ausencia se levantan voces que con autoridad legitimada y una historia en defensa de la democracia repudian la salvajada del pasado miércoles con jubilados apaleados y periodistas recibiendo proyectiles en la cabeza con la clara intención de matar a otro. En el marco de la inauguración del establecimiento educativo número 1508 de su gestión, el gobernador Gildo Insfrán repudió la represión y adelantó la posible participación de las fuerzas armadas (FFAA) si nuevamente los jubilados, estudiantes, hinchas de fútbol y “zurdos” se atrevan a ejercer el derecho de protesta garantizado por la Constitución Nacional.
Rápidamente y como un coro de “Niños Cantores” los empleados del Grupo América, algunos cantaron antes en TN, Pablo Rossi, Nicolás Wiñazki y Eduardo Feinmann saltaron como King Kong para minimizar el mensaje de un referente peronista como Gildo Insfrán, quien se anima a denunciar la criminal represión y la orden de tirar a matar de Patricia Bullrich, al igual que en diciembre de 2001.
También la jueza de Garantías de CABA Karina Andrada, quien ordenó con fundamentos, la libertad de 114 personas privadas ilegalmente de su libertad, recibió el ataque furioso del poder en estado de pánico, con todo tipo de descalificaciones por mandar a respetar las garantías constitucionales.
Los delirantes libertarios no sólo la quieren destituir, sino que promueven hasta su encarcelamiento en el afán de disciplinar coactivamente al poder judicial.Fue el expresidente del Gobierno de España, Felipe González, quien popularizó la diferenciación entre opinión pública y publicada.
El pueblo de Formosa también sabe diferenciar y jamás la artillería mediática más poderosa ni el “síndrome de fin de mandato” pudieron torcer la voluntad soberana de los formoseños.