Desde Potrero Norte, una de las colonias que recibió este miércoles al equipo sanitario encargado de la vacunación contra el COVID-19, destacaron que con este importante acto, también llega la esperanza.
Las actividades se concentraron en la EPES N°38, que recibió a los vecinos empadronados en clases 1961 a 1965 no solo de la colonia, sino también de Potrero Ñandú, Lote 10, Bosquecillo y todos los parajes aledaños, que concurrieron desde temprano al establecimiento educativo.
La contadora Norma Revolero, responsable del circuito de vacunación explicó a Agenfor que en el padrón electoral figuraban diez personas, pero aclaró que “hay residentes con domicilio en otro lugar, pero que fueron vacunados porque viven en la colonia hace muchos años”.
Dijo que como militantes por la salud y la vida realizaron recorridas domiciliarias y a todas aquellas personas que por alguna circunstancia no pudieron vacunarse en la fecha anterior, fueron invitados a vacunarse este miércoles.
“Es un día de amor, de esperanza, donde realmente se nota y agradecemos la gestión política y sanitaria de nuestro gobernador, Gildo Insfrán, se viven momentos únicos e históricos en toda la provincia, de que en cada lugar, cada formoseño está siendo vacunado, donde vive” valoró.
Gabriela Amarilla, vecina del lugar destacó también la posibilidad de recibir la vacuna en el mismo lugar donde viven, sin necesidad de viaje, lo que representa una tranquilidad y alegría.
El director de la EPES N°38, Ariel Valenzuela consideró que “es una jornada que trae esperanza, sabemos que estamos en una situación complicada, al haber más gente vacunada nos permite creer que esto va a terminar más rápido”.
El docente coincidió con sus compoblanos en resaltar el hecho de recibir la vacuna “en casa” y en forma gratuita, como un acto esperanzador y que necesita ser agradecido.
Contó que todo el plantel directivo y docente trabajó para embellecer la institución y recibir a la comunidad, porque a ella se deben, estando siempre dispuestos para cualquier necesidad.