La Policía de la Provincia de Formosa informó que durante el mes de mayo, detectaron en la vía pública a 113 personas que violaron el ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).
Asimismo, detalló que 53 de ellos eran personas diagnosticados con COVID-19 positivo. En tanto, los 60 restantes, fueron contactos estrechos que se encontraban circulando con total normalidad por la vía pública.
Otro dato que marca una peligrosa tendencia a desobedecer las normas sanitarias en el marco de la pandemia, es que -solo en mayo- se han detectado 72 fiestas clandestinas, en las que hubo intervención policial.
Esto indica que hay una disposición por incumplir las normas y “no respetar la vida propia ni del resto de la comunidad”. Este tipo de actitudes irresponsables ponen en riesgo la salud pública e incrementan las probabilidades de contagios y muertes.
Desde la institución, se informó que se han iniciado las actuaciones legales respecto a las normas incumplidas.
Esto es el resultado del arduo trabajo de los Operativos de cuidado y protección de la salud pública, de acuerdo a lo establecido por el Consejo de Atención Integral de la Emergencia Covid-19 “Doctor Enrique Servían”, que lleva adelante la policía de la provincia.
Esta tarea también implica un amplio monitoreo que permite la localización de fiestas privadas, controles para detectar comercios que venden bebidas alcohólicas fuera del horario establecido y conductores alcoholizados al volante.
En esa misma línea, fomentan el respeto de las medidas sanitarias, como utilización del barbijo y el distanciamiento social.
Situación Epidemiológica
Desde la mesa del parte informativo COVID-19, habían afirmado que “mayo fue el más difícil en la lucha contra la pandemia en todo el continente, el país y la provincia”.
Durante ese mes se detectaron 23.931 casos nuevos y 360 fallecimientos por COVID-19 en la Provincia de Formosa.
La grave situación epidemiológica exige tomar medidas sanitarias más estrictas para frenar el aumento exponencial de casos. Por tal motivo, se estableció controlar los lugares de mayor concentración de personas, tales como fila en los bancos, cajeros automáticos, correo, rapipagos, supermercados, entre otros.
En esos lugares el efectivo de la policía solicita el DNI a los circulantes y mediante el sistema informático verifican si se trata de casos positivos o contactos estrechos.