Valiosas resultados se acaban de exponer como conclusión de los cinco años de trabajo entre el gobierno de la provincia y la Agencia de Cooperación del Japón, el cual centro sus acciones en la conservación y el uso sustentable de especies biológicas y el desarrollo local de las comunidades en la zona del bañado La Estrella.
Incluso intervinieron organizaciones no gubernamentales como la Fundación de Biodiversidad de Argentina y el Centro de Investigaciones de Vida Silvestre de Japón (JWRC), investigando sobre especies como la boa curiyú, el árbol Palo Santo y el ecoturismo en esa franja del territorio.
El ministro de Turismo, Ramiro Fernández Patri, el subsecretario de Recursos, Naturales, Ordenamiento y Calidad Ambiental, Hugo Bay, además de uno de los miembros de la JICA en el país, Juan Carlos Yamamoto, estuvieron en el acto donde se dieron detalles de los resultados de las experiencias de estudios ambientales con la concurrencia del país oriental.
“Cinco años de mucha investigación y relevamientos cuyas conclusiones se expusieron, las que por supuesto quedan al servicio de la provincia, y que implica un insumo importantísimo para el plan de desarrollo tanto turístico como lo vinculado a la producción y la cultura”, destaco Fernández Patri.
Pondero la “satisfacción de haber podido llegar a esta instancia y ya pensando con la fase siguiente que tiene que ver con la implementación, donde tiene que estar vinculada la UNaF, el Instituto Universitario, los municipios y las comunidades. Es que se trata en definitiva de generar oportunidad de desarrollo y trabajo para el pueblo”.
Insistió en exponer que la visión del gobierno en que el “desarrollo debe darse conservando el ambiente y por supuesto, la principal especie que es el hombre. Es que preservar por preservar el ambiente y que las comunidades no tengan un medio de vida, muchas veces no tiene sentido”.
Subrayo la “visión del gobernador (Gildo) Insfran en que hay que darle sostenibilidad a los proyectos, pero con oportunidad a las comunidades. Y el turismo brinda la gran posibilidad de conservar el ambiente y darles trabajo a las comunidades locales”.
Lo distintivo
Para el ministro “Formosa no debe apuntar a hoteles de cinco estrellas, sino a las mil estrellas que es la naturaleza que poseemos, es nuestro gran atractivo como diferencial ante un mundo contaminado y con tanto cemento. Insisto, disponemos de ambientes vírgenes, y el desafío está centrado en que cada formoseño ser embajadores de promover todo esto”.
Comento a modo de ejemplo que en todo este tiempo han “venido jóvenes japoneses como turistas y les sorprendía la exuberancia de nuestra vegetación y las experiencias que podían tener acá. Fíjese, quedar empantanados con un vehículo en un camino vecinal fue una gran aventura para ellos”.
Considero que “debemos cambiar la concepción: El turismo no son solo productos lujosos, sino experiencias que el visitando quiere llevarse, que van desde el tipo de comida hasta el lugar donde se alojo y compartir momentos con comunidades aborígenes”, para concluir en que necesitamos
bien identificadas las diferentes especies de nuestra flora y fauna, lo propio con las 500 especies de aves que es toda una riqueza, ya que “de afuera nos marcan nuestros atractivos que nosotros no sabemos darle el verdadero valor que realmente tienen”.