El doctor Cristian Antúnez, responsable de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Interdistrital Evita, resaltó que frente a la pandemia, desde dicho nosocomio “se brinda una atención de altísima calidad”, subrayando que los esfuerzos que realiza día a día el personal de salud llevaron a que un porcentaje importante de pacientes se haya recuperado.
“La Terapia Intensiva del Hospital Evita de Formosa fue inicialmente la gran apuesta que hizo el Gobierno provincial para atender a los pacientes graves que resulten comprometidos por esta pandemia”, enfatizó en declaraciones a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR).
Refirió que en un principio se habilitó un determinado número de camas, el que posteriormente se fue ampliando, llegando a la cifra actual de 68 camas de Terapia Intensiva.
“Se está en proyecto seguir aumentando esta infraestructura de cuidados críticos que tenemos dentro hospital”, declaró el facultativo, marcando que a través de la misma “se dio respuesta a todos los pacientes graves que fueron llegando, en la medida que iba aumentando el número de casos, brindando una atención de altísima calidad”.
Consultado sobre cómo es el trabajo en la Terapia Intensiva, explicó que “el paciente que se contagia de coronavirus y evoluciona a una enfermedad grave, de modo tal que necesita una atención en la Terapia Intensiva tiene unas altas chances de no sobrevivir”.
Sin embargo, remarcó que “todos los esfuerzos que se realizan día a día permiten que haya un número muy importante de pacientes, cercano al 40%, que se ha recuperado y ha podido seguir después de haber pasado una enfermedad sumamente grave, con un alto compromiso de su vida”.
“Para eso nos estuvimos preparando todo el año pasado, en el tiempo que nos permitieron las distintas medidas que se tomaron desde el punto de vista epidemiológico, frenando el crecimiento de los casos”, evidenció.
Puso de relieve que “ese lapso fue lo que nos posibilitó prepararnos desde el punto de vista médico todo el equipo”, mencionando a los médicos, los enfermeros, los kinesiólogos, el personal auxiliar, la parte administrativa, lo referente al montaje del nosocomio y de Bioingeniería.
“Realmente fue un trabajo arduo el que se hizo el año pasado, dejando todo a punto para cuando llegue este momento, en el que la demanda es importantísima”, acentuó el doctor Antúnez.
De esta manera, significó, “podemos estar a la altura y preparados para dar la respuesta que la gente se merece, que es la que recibe en este momento”.