La campaña de vacunación contra el COVID-19 en Formosa avanza de manera acelerada en todo el territorio y priorizando la salud y la vida de los formoseños, como lo sostuvo el gobernador Gildo Insfrán desde el primer momento, llegó a cada una de las localidades del interior y la capital.
Al respecto, en declaraciones a AGENFOR, el médico infectólogo Julián Bibolini hizo referencia a esta estrategia sanitaria planificada desde el Gobierno provincial, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, como “un desafío inmenso que hubiese sido caótico si el sistema de salud no estuviese preparado o ya capacitado previamente”.
Y agregó que esto incluye no solo la aplicación de las vacunas, sino toda la organización que permitió desarrollar cada campaña de inoculación “sin mayores inconvenientes”.
“Con la primera dosis ya superamos el 68% de la población objetivo”, subrayó a AGENFOR.
Aclaró que la población objetivo, es decir de 18 años en adelante, representa “unos 408 mil aproximadamente de personas en toda la provincia y son más de 290 mil de primeras dosis administradas”, agregando que “al contemplar la segunda hay que sumarle otras 32 mil dosis más”.
En este sentido, hizo hincapié en la importancia de que las personas se vacunen contra el COVID-19, porque más allá de ser un acto individual, el efecto es también grupal, resguardando la vida de las otras personas no vacunadas, evitar la transmisibilidad, percibir menos casos graves y por ende, menos muertes.
Variante Delta
Resaltó que frente a las nuevas variantes que van ingresando al país, como el caso de la Delta que es mucho más transmisible y difícil de contenerla, es importante reforzar las medidas sanitarias, controlando los ingresos, reforzando la vigilancia en la frontera en Clorinda y realizando todos los hisopados correspondientes.
El objetivo, recalcó el especialista, es retrasar la presencia de esta cepa para evitar que complique el esquema de vacunación y dar tiempo para la aplicación de la segunda dosis.