El doctor Cristian Antúnez, responsable del Servicio de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Interdistrital Evita, brindó datos sobre el funcionamiento de dicha unidad y además pormenorizó sobre el trabajo interdisciplinario que viene realizando el equipo del nosocomio.
“Actualmente en la UTI estamos trabajando con una capacidad cercana al 70%, es decir, la situación está más tranquila en comparación a 45 días atrás, momento en el que se registraba el pico de la pandemia en Formosa”, declaró a AGENFOR.
Aclaró que, a pesar de la “estabilidad” del momento, continúan recibiendo pacientes de todo el territorio provincial. “Sabemos que la pandemia aún no ha terminado, que los casos continúan y es por eso que no tenemos que bajar los brazos”, advirtió.
En esta línea, indicó que la mayoría de los pacientes se están concentrando en el Hospital Interdistrital Evita, disminuyendo la internación en los otros nosocomios, permitiendo de esta manera que estos puedan atender otras patologías.
“Estamos brindando la atención que requiere esta situación, recibiendo siempre el apoyo de las autoridades provinciales que nos permiten llevar adelante esta tarea titánica a contra reloj, con una atención de calidad a todos los pacientes formoseños”, indicó el doctor.
En otro orden, puso en resalto el crecimiento de los centros de salud en este contexto de pandemia. “La velocidad con la que crecieron nos obligó a que se tengan que ir abriendo distintos servicios para poder dar contención”, realzó, subrayando que “nuestro sistema está fortalecido”.
“La presencia del Hospital Evita es un mojón en la historia de la salud de la provincia de Formosa, marca un antes y un después”, expresó orgulloso.
En este punto, explicó que el hecho de que el nosocomio sea exclusivo para pacientes con COVID-19 ha permitido que se pueda desarrollar una estructura sólida, equipada al 100% “para poder dar la atención que esta realidad exige”.
UTI
“La terapia intensiva, como casi todas las áreas, depende de la interacción de muchas disciplinas, y cada una de ellas busca mejorar la calidad de vida del paciente recuperado”, aseveró.
“El apoyo de las autoridades permitió un número muy importante de profesionales que fueron capacitados”, amplió.
A su vez, destacó la labor de cada uno de ellos, apuntando a que “diariamente le ponen mucha energía al trabajo”. “Esto se nota en la evolución de los pacientes y de cómo ellos continúan con su vida, o de cómo ver que pasan de terapia intensiva a sala general. Esto es gracias al amor y profesionalismo que le pone todo el equipo”, subrayó orgulloso.
“Contamos con médicos, kinesiólogos, enfermeros, personal de calidad de vida que son los especialistas en servicio social, psicólogos, auxiliares de limpieza, trabajadores de laboratorio y diagnóstico por imágenes, personal de administración, transporte”, detalló.
En este orden, comentó: “Los kinesiólogos son fundamentales porque son los encargados de realizar la rehabilitación de los pacientes y comienzan a trabajar desde el primer día, para que al reinsertarse estos en la sociedad, lo hagan en las mejores condiciones posibles”.
En general, precisó: “Este es un compromiso arduo y mancomunado y tenemos como objetivo hacer un buen trabajo para que los enfermos reciban la atención que necesitan y las familias la contención e información. Trabajar así nos permite seguir creciendo como hospital”, remarcó.
Disponibilidad
En líneas generales, expuso que la evolución de los pacientes en UTI es muy buena. “Tenemos 103 camas, todas con capacidad para ventilación mecánica. Actualmente cerca de 50 necesitan de esta asistencia”, informó y señaló: “Muchos de ellos ya han superado la enfermedad, pero están con secuelas y todavía conectados a un respirador”.
Por último, se refirió a intervenciones que se debieron realizar en personas internadas con coronavirus.
“Hemos colocado marcapasos, practicado cirugías generales, abdominales, torácicas y no puedo dejar de nombrar el trabajo conjunto realizado con el Hospital de la Madre y el Niño, para dar respuesta a pacientes embarazadas”, cerró.