Su pavimentación total recreó el corredor bioceánico del norte
Por Justo L. Urbieta
Con la finalización de las obras de pavimentación de la ruta nacional N° 81 en 212 kilómetros de esta provincia entre Las Lomitas y la Línea Barilari y en 190 kilómetros de Salta, se hizo realidad el sueño de varias generaciones de formoseños y de salteños, recreándose el corredor bioceánico natural del norte argentino y consolidando la integración territorial, social, económica y cultural de esta provincia.
El hecho ocurrió hace 14 años entre Ingeniero Juárez y Los Chirigüanos y fue presidida por Gildo Insfrán con la asistencia de originarios y criollos de la zona así como representantes de todos los sectores ligados al quehacer económico y productivo de la provincia.
Además, se la reconoce como un símbolo de la jerarquización de la política ya que representa el cumplimiento de la palabra empeñada porque después de frustrados intentos, de licitaciones sin respaldo financiero y demoras injustificadas, el 14 de septiembre de 2004, con el inicio de los trabajos, se puso un sello de credibilidad a los compromisos públicos asumidos por la dirigencia política a la que la ciudadanía le confió los destinos nacionales y provinciales.
Este acontecimiento, que ocurrió al mediodía del 18 de septiembre de 2007, tiene solamente como parangón histórico la terminación del ramal C 25 del Ferrocarril Belgrano, que unió Embarcación con el puerto de esta ciudad, sobre 702 kilómetros de longitud y considerado el más recto del mundo.
Además, con la paralización del proceso retractivo del río Pilcomayo y la reactivación de antiguos paleocauces y la construcción de obras hidráulicas, conforman la trilogía de emprendimientos que han formado parte de las “ideas-fuerza” y de la prédica constante de las fuerzas vivas formoseñas, entre ellas La Mañana.
La pavimentación comenzó a hacerse efectiva en la década del 70 y se completa recién 35 años después en coincidencia con 190 kilómetros del lado salteño que junto a los construidos en siete tramos simultáneos en Formosa, totalizan estos 400 kilómetros que se acaban de concluir.
La decisión política de construir esta vía-que deja expedito el corredor bioceánico a lo largo de 3.000 kilómetros de longitud que vinculan el océano Atlántico con el océano Pacífico- privilegió la rentabilidad social por sobre la económica que ponderaban excluyentemente los gobiernos neoliberales, promueven la integración interna de Formosa, la de la provincia con el este de Salta y se convierte en la columna vertebral del Eje Capricornio.
Para las poblaciones que están a la vera de la ruta 81 tanto para las formoseñas cuanto para las salteñas, sobre todo para la producción, va a haber un antes y después de la habilitación de la ruta pavimentada.
Es que antes prácticamente era desconocida la vida y el destino de las comunidades criollas y aborígenes. Hoy por obra y gracia de una ruta, todo el territorio formoseño está integrado y no hay pretextos para que esa vinculación tenga incidencia en la productividad, en la modernización de los servicios, en la multiplicación de acciones ligadas a la cultura y al turismo que promueva cambios rotundos en la dinámica de las comunidades.
Conexión bioceánica
A partir de ahora este Eje va a ser transitado por cargas de Brasil, de Paraguay, de Argentina, de Bolivia y del norte de Chile, destacándose que va a ser un centro de conexión bioceánica importantísimo y una espectacular oportunidad para la producción de Formosa y para los productores de toda la región.
Se hizo notar que con el comienzo de la construcción de los siete tramos en forma simultánea, muchos servicios ya comenzaron a habilitarse en diversas localidades formoseñas para brindárselos a las propias empresas que construyeron los distintos tramos de la ruta.
Hubo localidades que no estaban en condiciones de ofrecer servicios de hotelería, de comida, de mecánica ligera o de gomería que progresivamente fueron incorporando.
Ahora ya hay infraestructura como es el caso de Ingeniero Juárez donde, por ejemplo, la capacidad hotelera de ha duplicado y ya esta disposición de todos aquellos que comiencen a transitar la ruta, es decir cargas de transporte o de personas o simplemente o los que la aprovechen como un eje turístico que desde Salta a Formosa o a cualquier provincia del norte va a ser un motivo de placer conducir como paseo.