Si bien, en horas de la tarde, la Defensoría del Pueblo informó la liberación total de la ruta nacional N° 11 a la altura del barrio Namqom, el dirigente Qom, Catalino Sosa, rechazó la medida de fuerza que afectó a la comunidad.
La medida de fuerza se había iniciado hace tres días por un grupo minoritario de diez personas, en reclamo de tierras. Al respecto el dirigente social expresó a Agenfor que “esta medida ha afectado a los vecinos del barrio y a las personas que transitan esta ruta”.
En ese orden, aseguró que se trató de “un grupo minoritario que no responde a la totalidad de la comunidad”, mencionando que “hay un enojo generalizado y rechazo total a esta medida de fuerza”.
“Han sometido a nuestra propia gente por no querer entender los plazos que corresponden a un reclamo”, indicó.
Sosa consideró que “más allá de su pedido, el diálogo siempre estuvo abierto con estas personas, esta medida no tiene justificación” y afirmó que se realizaron reuniones con el director de la etnia, Pablo Sosa, el presidente del ICA (Instituto de Comunidades Aborígenes), Esteban Ramírez y autoridades de la Defensoría del Pueblo.
Asimismo, dijo que “la única forma de solucionar los problemas es a través del diálogo, siempre y cuando los pedidos sean coherentes” y aseveró que “tenemos un Estado que siempre ha respondido a nuestras demandas, todo este tiempo han sido atendidos, se llamó a la cordura y que depongan esta actitud que perjudicó al resto”.
Insistió en señalar que el mensaje de su parte siempre fue el mismo: “que tomen conciencia de lo que están haciendo, porque afectan nuestra propia gente, generando daño” al mismo tiempo que consideró que este corte de ruta carecía de sentido y de apoyo comunitario.
Antes de concluir, se mostró orgulloso por las infraestructuras del barrio, indicando que “tenemos todos los servicios necesarios, agua, calles, viviendas, luz eléctrica, escuelas y centro de salud y esto sucede porque tenemos un Estado presente”.