El Ministerio de Turismo de la provincia invitó a la comunidad formoseña a conocer la Ruta Franciscana en las localidades de San Francisco de Laishí y San Francisco Solano de Tacaaglé, una opción valiosa e imperdible para aquellas personas que gustan del turismo religioso, en esta temporada de verano.
Laishí
Fundada por el sacerdote franciscano Fray Pedro Iturralde el 25 de marzo de 1901, la localidad San Francisco del Laishí se encuentra a tan solo 70 kilómetros de la ciudad de Formosa.
Lleva el nombre del Santo Patrono de la Orden y del Cacique Toba Laishí, quien dominaba toda esta región antes de la conquista del Chaco. Sin embargo, otra versión asegura que el nombre origina del latín “Missio Laici “, misión de los laicos, por el rol que desempeñaron los miembros laicos de la tercera orden franciscana.
La Misión fue centro principal de la región; y con el Padre Pedro Iturralde, los franciscanos fundaron una escuela, construyeron la capilla, instalaron talleres y fábricas.
Terminada la concesión, la Misión se disolvió, pero la población mantuvo el nombre de San Francisco del Laishí.
Allí se conserva aún la capilla y la primera Escuela Agrotécnica para sus antiguos habitantes. El Convento San Francisco es el núcleo de la Misión Franciscana. Parte del convento es ahora un museo donde se guardan las armas de la Policía de Territorios Nacionales, un relicario, arcos y flechas, balas de cañón y actas de bautismos.
La base de sus atractivos turísticos se encuentra en su historia repleta de espiritualidad y signada por las misiones franciscanas, quienes fueron las encargadas de evangelizar a los nativos aborígenes de la etnia toba quom, educándolos, enseñándoles a trabajar y promoviendo las industrias necesarias para su desarrollo, como el ingenio azucarero cuyos productos llegaban al puerto de Buenos Aires. La Misión trajo el primer auto de la provincia, Ford T, e inclusive tuvo su propio periódico.
Luego de los frailes Franciscanos, arribaron al pueblo las Hermanas Franciscanas, las cuales construyeron la Iglesia Sagrado Corazón de Jesús por donación privada, con un Convento utilizado por ellas como internado y para educar a las mujeres aborígenes.
Estos edificios fueron construidos por los inmigrantes italianos Blas Casadei, que era constructor; y Fernando Casadei Mengui, maestro Ebanista; y son, en la actualidad, los edificios más vistosos del pueblo por su estilo europeo. Posteriormente en el mismo predio se fundó el colegio Santa Clara de Asís, que funciona hasta la actualidad.
Tacaaglé
Este trozo de la historia de Formosa, se remonta a principios del Siglo XX, donde se estima que se dieron los primeros encuentros entre los religiosos de la Misión Franciscana y los pueblos originarios.
San Francisco Solano de Tacaaglé, es una localidad del departamento Pilagás, ubicada a 202 kilómetros de la capital provincial.
Tacaaglé es un vocablo toba que significa “del chajá” o “multitud de chajás”, que expresa que en el lugar existía un criadero de esas aves características de ese país; y debe su origen a la misión de los frailes franciscanos.
Ellos construyeron un hermoso edificio, conformado por capilla, habitaciones, talleres y oficinas. La capilla aloja objetos de gran valor histórico, como documentos, candelabros, libros, vestimentas religiosas, entre otros, que en la actualidad se puede visitar.
Para más información acerca de estos y otros destinos turísticos locales, se puede consultar en: www.formosahermosa.gob.ar