Los especialistas estiman que intervino “la mano del hombre” en el colapso de dicha defensa.
En diálogo con AGENFOR, el administrador General de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), Fernando De Vido; y el diputado provincial, Aldo Ingolotti, se refirieron a la situación que está ocasionando el rio Pilcomayo en la zona del oeste.
“Los trabajos que se desarrollan permanentemente nos permite mitigar el comportamiento que tiene el ingreso a nuestro territorio el agua, el sedimento y los troncos que transporta el río Pilcomayo. El comportamiento de las correderas logró que, desde María Cristina a El Quebracho, no tengamos situaciones apremiantes como hemos visto en territorio boliviano y salteño”, indicó De Vido.
Y agregó: “La dinámica de conformación del nuevo cauce en nuestro territorio nos define una zona de transición, donde se está depositando el sedimento y los productos vegetales arrastrados”.
En ese sentido, explicó que, en dicha área desde Puerto Irigoyen a Fortín Nuevo Pilcomayo, sobre la Ruta 86 y sus poblaciones ubicadas en el entorno, tanto al Norte como al Sur del Bañado, “ven modificada su topografía y también el comportamiento del agua después de cada ciclo hidrológico”.
Asimismo, el funcionario desarrolló que, al Sur del río Muerto la conformación de un gran banco de sedimento ha provocado la modificación de los cursos de agua y esta situación afecta principalmente a la Comunidad de La Esperanza, al Norte; y La Rinconada Aborigen, al Sur.
“En la comunidad de La Esperanza un sector del terraplén se vio alterado, hecho que se investiga dado la particularidad con que se permitió el ingreso del agua del Bañado en ese sector”, informó.
Y aclaró que, tanto la delegación de la Policía de Formosa, como el Centro de Salud de la localidad, no se han visto afectados; y como medida precautoria se reforzó el terraplén del acceso desde la Ruta Nacional Nº 86.
“En la Comunidad aborigen de La Rinconada el comportamiento del Bañado nos obligó durante los años 2019, 2020 y 2021 a reubicar a todos sus pobladores en nuevos asentamientos, previendo las dificultades que se podrían presentar y poder garantizar la seguridad de esa comunidad”, explayó.
Y precisó: “En la zona Norte a Laguna Yema, en la comunidad de El Cañón, se está trabajando en reforzar el terraplén de mitigación que protege a esa comunidad”.
En ese marco, De Vido aseveró que son más de 250 kilómetros, en la actualidad, las márgenes donde se ubican comunidades “que debemos proteger del comportamiento de las aguas del río Pilcomayo”.
“Esto nos permite dimensionar los trabajos que anualmente se ejecutan para poder gestionar el agua dulce”, anticipó.
Por su parte, Ingolotti señaló que estos sectores políticos aprovechan “la desgracia de la gente” y sentenció que “no hay calificación para este tipo de acciones”.
“Si ven en las filmaciones de las redes sociales de la apertura de la defensa de La Esperanza, es casi quirúrgica. La naturaleza no produce un daño casi quirúrgico y estaba filmado, a mí personalmente que llevo muchos años trabajando en este tipo de obras y he varios casos de vandalismo, puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que ha intervenido la mano del hombre en el colapso de esa defensa, de ese muro de mitigación de inundaciones”, aseguró.
Y cuestionó: “Vaya qué casualidad que hoy, inmediatamente ocurrido ese hecho, hay sectores interesados, un poco anticipándose a las acciones que supuestamente el gobierno debiera hacer, que es reparto de mercadería, entre otras”.
Por tal motivo, el legislador expresó que “me da una peña como formoseño ver que otro formoseño atente contra la dignidad de su propio pueblo”, pero rescató que, felizmente, los lugareños saben reconocer las acciones “que hemos desarrollado, distintos organismos conviven en la zona con ellos, están en este momento y estuvieron siempre viviendo con ellos esta situación”.
“Nosotros venimos haciendo desde hace muchísimo tiempo, no sólo en esta circunstancia trágica para estas familias, es más, todos saben que la dinámica del Bañado es esa y que prepararse a tiempo siempre alivia los males que produce el río Pilcomayo”, argumentó.
Y aclaró: “Lógicamente hay situaciones que a veces los sorprende, porque por la dinámica de los sedimentos y la colmatación de los cauces, hace que venga de una forma poco frecuente el agua o invada el agua una forma poco frecuente un área determinada”.
Asistencia
En cuanto a la asistencia y acompañamiento que brinda el Estado provincial a las familias que padecen estos desbordes, Ingolotti fundamentó que las acciones iniciaron ya en el mes de diciembre, desde la primera riada, con las autoevacuaciones, sobre todo en el sector de El Solitario, al este; al mismo tiempo que comenzaron a recrecerse los muros de mitigamiento del impacto de las inundaciones en La Esperanza.
“En principio las familias por afinidad se reubican en los alrededores, en las partes más altas de sus propios emprendimientos a fin de cuidar sus animales y sus pertenencias, no obstante, a eso el Gobierno de la provincia de Formosa ha dispuesto la habilitación de los espacios públicos existentes en la zona para aquellas personas que quieran refugiarse en esos puntos”, precisó.
En esa línea, comentó que, hasta el momento, no se registraron de esos requerimientos porque, si bien las familias saben que cuentan con esos lugares para guarecerse, también tienen algún familiar en un puesto cercano que es más seguro y alto para refugiarse.
“Nosotros los asistimos en el lugar donde ellos deciden estar, hasta este momento no existe ningún programa de reubicación, es probable que la gente, cuando baje el agua, regrese a su finca, la ganadería, la práctica agrícola, es la que en ese lugar es la más eficiente entonces ellos saben manejar situaciones de ese tipo lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo”, subrayó.
Obras
En otro orden, De Vido destacó la importancia de la obra hidrovial en la ruta provincial N°28 que, en esta época de extrema sequía por falta de lluvias, permitió gestionar y administrar el recurso del agua que, “como vemos nos trae algunos dolores de cabeza en un sector, pero significa el beneficio para el resto de la provincia”.
“La obra hidrovial de la ruta nos permite distribuir el agua, comenzar con la distribución hacia el sur a Las Lomitas por el canal Lisbel Rivira; hacia el este de la ruta provincial N°28, al este de Las Lomitas, el canal Monte Lindo para Pozo del Tigre, General Campo, Ibarreta, Fontana hasta Pirané, que nos permite a todos los reservorios de agua dulce volver a restablecer su nivel. No tenemos agua de lluvia entonces el restablecimiento de los niveles de las reservas de agua dulce es a través de estas obras hidráulicas que no permiten aprovechar el agua”, precisó.
Y profundizó: “Hacia el norte tenemos que comenzar con el río del Norte, que tomando el agua en la comunidad El Descanso, vemos que nos puede llevar hasta San Martín Dos, incluyendo a Lugones y Zalazar; y por las aguas del Pilcomayo, hemos visto en las redes en distintos medios que han comenzado también a recrecer el reservorio de Laguna Blanca, son las aguas del Pilcomayo que no han permitido desde Güemes hasta la Naineck también gestionar el agua”.
En ese marco, el responsable de DPV, puso de relieve que los recursos hídricos deben tener permanente inversión y atención, “que es la ocupación que tiene el Gobierno de la provincia”.
“Esa gestión, como todas las cosas, traen algunos dolores de cabeza en el oeste, pero también vemos la importancia que tiene para dotar a más de cien mil comprovincianos de doscientos litros de agua por habitante”, resaltó.
Y concluyó: “Imagínense si multiplicado por los cien mil, cuántos miles de millones de litros diarios de agua dulce tenemos que reestablecer en los reservorios, esa es la gestión del recurso hídrico”.