El Día Internacional de la Celiaquía se evoca el 5 de mayo. Esta fecha fue instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para concientizar principalmente sobre la importancia de que la población se realice los estudios pertinentes para detectar la enfermedad, que es crónica y consiste en la intolerancia permanente al gluten, presente en trigo, avena, cebada y centeno (conocidos por la sigla TAAC).
Al respecto, en declaraciones recogidas por AGENFOR, la licenciada en Nutrición Daniela Distel explicó: “La celiaquía es una enfermedad que es una alergia alimentaria. Tras hacer el diagnóstico, el tratamiento es netamente nutricional porque esto es de por vida”.
“Por lo general es una condición genética, autoinmune, donde a lo largo de la vida se puede ir desarrollando. Desde niños, en adolescentes o adultos”, puntualizó la profesional.
Algunos de los síntomas más comunes son: diarrea crónica, pérdida de peso, dolor abdominal recurrente e inflamación intestinal.
En ese sentido, al ser una alergia alimentaria, la persona que tiene esta condición debe empezar a efectuar una selección de alimentos muy específicos, indicó la nutricionista.
Ello porque “la celiaquía es una enfermedad donde hay intolerancia al gluten, que es una proteína que la encontramos en determinados cereales: trigo, avena, cebada y centeno. Por eso que en los envoltorios de los productos podemos leer la insignia que dice ‘Sin TAAC’”.
En este punto, hizo notar que Argentina cuenta con la Ley 26.588, que dispone que las obras sociales deban cubrir el tratamiento y también la compra de harinas y premezclas libres de gluten.
Además, establece que los alimentos libres de gluten deben llevar en sus envases la leyenda ‘Libre de Gluten’ y un símbolo de un círculo con una barra cruzada sobre tres espigas donde figura la leyenda “Sin TACC”.
Debido a que los medicamentos también pueden contener gluten, los que sí lo hagan tienen que llevar en forma claramente visible la leyenda “Este medicamento contiene Gluten”.
Cabe aclarar que la ANMAT publica y actualiza bimestralmente un listado de alimentos (“Sin TACC”) aptos para personas con celiaquía.
Están obligados a ofrecer por lo menos una opción de comida sin gluten los siguientes lugares: los lugares destinados a personas privadas de libertad, los establecimientos sanitarios con internación, los lugares de residencia o convivencia temporal o permanente que ofrezcan alimentos, los comedores y kioscos de instituciones de enseñanza, las empresas de transporte aéreo, terrestre y acuático que ofrezcan servicio de alimentos a bordo, los restaurantes y bares, los kioscos y concesionarios de alimentos de las terminales y los paradores de transporte y los locales de comida rápida.
Diagnóstico y tratamiento
Respecto del diagnóstico, la licenciada Distel señaló: “Suele pasar mucho en la consulta que se sospecha que es una enfermedad celíaca, entonces cuando remitimos al médico el pedido para hacer la serología específica, en ese momento dejan de consumir alimentos con gluten. Sugerimos que no se haga eso porque hasta que no tengamos un diagnóstico confirmado de la enfermedad nos va a dar un falso negativo”.
Luego, si la serología da positivo, se realiza una biopsia intestinal, donde “vemos las condiciones en las que está ese intestino que se afecta un montón por el consumo de gluten y después del diagnóstico se comienza con la dieta libre de gluten”, sostuvo.
En cuanto a la alimentación, manifestó que “existen muchas opciones hoy en día, como harinas de garbanzos, de lupines, que es un tipo de porotos, de mandioca o de algarroba, las premezclas y la fécula de papa”, a lo que se suman los productos ya elaborados libres de gluten como galletitas.
“Siempre les explico a mis pacientes que pueden comer un guiso de arroz, una polenta con salsa o una tortilla de papas, lo mismo que comen habitualmente en la casa; no es necesario que se hagan una comida aparte, ya que se trata de incorporar esos alimentos libres de gluten como los que mencioné a nuestra alimentación diaria”, completó.