Gracias a un óptimo control que se sigue a las embarazadas originarias y criollas que residen en esa área programática y a la colaboración de las parteras tradicionales que trabajan junto al equipo de salud.
Esta semana, el hospital El Potrillo, llevó adelante el parto número 62, de los efectuados hasta el momento, en lo que va del 2022. Se trató de “una vecina originaria que dio a luz un niño, ambos se encuentran en buen estado”, comentó el director de la institución sanitaria, odontólogo Pablo Recalde.
Explicó que en el lugar, se hacen partos de bajo riesgo, que son normales y a término, los de madres primerizas son derivadas al hospital de Ingeniero Juárez que tiene una atención de mayor complejidad. “Lo mismo cuando son madres multíparas o cuando presentan algunas complicaciones, o cuando según los controles, pueden ocurrir ciertas complicaciones”.
“En este caso” –dijo- una persona vecina de la embarazada se acercó hasta el hospital y avisó que la mujer estaba en trabajo de parto. “Fuimos a buscarla al domicilio y se la trajo hasta el hospital, donde a los pocos minutos de haber estado internada dio a luz”.
Y añadió que “todo salió muy bien”. Se hicieron todas las maniobras de recepción del recién nacido y la correspondiente atención a la madre. “Si los controles siguen bien, se les va dar el alta a ambos y se los va a trasladar nuevamente en un móvil del hospital hasta su domicilio”.
Partera tradicional
Recalde señaló que, en el parto intervinieron la médica de guardia, enfermeros y la partera empírica, de etnia wichí, que trabaja en el hospital y que forma parte del equipo de salud. Destacó en ese sentido, el rol fundamental “de la partera tradicional, que es nuestro nexo con las embarazadas de las comunidades originarias”.
Indicó que ellas, acompañan en todo momento a las pacientes, también cuando son derivadas hacia el hospital de Ingeniero Juárez. Y que, además, las comunidades tienen sus propias parteras tradicionales, que colaboran con los partos domiciliarios, teniendo en cuenta que algunas mujeres originarias no aceptan tener partos institucionalizados y prefieren dar a luz en sus domicilios.
Cabe destacarse que, Formosa es la única provincia del país que tiene incorporadas al equipo de salud a las parteras empíricas o tradicionales, como se las llama. Acompañan a la gestante desde el momento de la captación del embarazo, hasta el puerperio, pasando por todas las etapas de la gestación.
Seguimiento
Cabecera del departamento Ramón Lista, el nosocomio brinda cobertura a unos 8.000 habitantes y lleva adelante un estricto control de las embarazadas, originarias y criollas, que viven en su área de responsabilidad sanitaria.
Desde la captación del embarazo hasta el puerperio (pos parto), los controles se realizan en el consultorio de obstetricia del hospital. Paralelamente, por medio de visitas domiciliarias a cargo de la pareja sanitaria, conformada por un enfermero y un agente sanitario, del servicio de atención primaria (APS), quienes, periódicamente, de manera programada, visitan cada una de las comunidades.
El seguimiento incluye todos los controles prenatales establecidos: medición de peso, tensión arterial, crecimiento uterino, latidos fetales, entre otros. Se suma la aplicación de vacunas; entrega de leche y entrega de medicamentos y suplementos, según la receta médica a cada paciente.
Asimismo, el monitoreo a las embarazadas es completado por los profesionales de la Red de Ecografía y Laboratorio, “que vienen una vez al mes y se quedan por una semana. Se instalan aquí, en el hospital del Potrillo para atender a las pacientes de nuestra localidad, pero al mismo tiempo, cada día recorren todas nuestras comunidades.
“Está a cargo de la doctora Patricia Cabral, que hace las ecografías y es acompañada por la obstetra y el personal del laboratorio, que hace las extracciones para los análisis de rutina”, describió.
En relación a los partos institucionalizados, concretados en el hospital, aseguró que son “respetados” y atendidos por personal idóneo: licenciadas en obstetricia, enfermeros, parteras tradicionales que son parte del equipo de salud y que tienen un conocimiento mucho más cercano a la medicina; médicos y otros profesionales. “Y las embarazadas pueden estar acompañadas por el esposo, familiar u otra persona que ellas elijan”, remarcó.
“El hospital es un lugar preparado para disminuir los riesgos de infecciones y para mantener a la madre y a su bebé con el máximo resguardo posible”, aseveró, poniendo de relieve que todo el equipo de salud trabaja “comprometida y responsablemente”, a fin de disminuir las complicaciones que puedan presentarse, expuso en el cierre.