El formoseño Facundo Penayo tiene 24 años y gracias a las sólidas bases adquiridas en sus estudios secundarios y terciarios cursados en instituciones del sistema educativo público provincial, hoy se encuentra trabajando en la Base Marambio en la Antártida.
Cursó en la EPET N° 7 ubicada en el barrio Eva Perón de la Jurisdicción Cinco, donde finalizó con el título secundario de técnico en Informática Profesional y Personal. Posteriormente, continuó su formación en el Instituto Politécnico de Formosa y egresó como técnico superior en Mecatrónica.
Estos dos establecimientos educativos públicos, al igual que todas las instituciones de la provincia, se basan en la Ley 1613 que “regula el derecho constitucional de enseñar y de aprender en el sistema educativo provincial, de gestión estatal y de gestión privada”, con el claro y firme objetivo de formar futuros profesionales que reflejan el rostro de la justicia social.
A partir de aquí, la historia profesional de Facundo empieza a ser escrita en la principal estación científica y militar de la Argentina, abriéndole un gran camino profesional, con miras a un futuro de desarrollo y éxitos.
“El Instituto Antártico Argentino es el encargado de desplegar el personal técnico a las bases”, inició contando a AGENFOR y continuó: “Este año, el concurso para seleccionar invernantes para cada base argentina, lo hicieron de manera abierta a través de Facebook”.
Fue su compañera de estudios la que encontró el link de inscripción y, luego de investigar los requisitos, “deduje que era posible quedar si me postulaba y ahí decidí hacerlo”.
Además, comentó que pasó el examen nivelatorio, el psicofísico y el psicológico, y luego “el 4 de enero llegué a la Base Marambio”.
“Tuve que ir conociendo los proyectos, ponerme al día con todo, viendo cómo se daban los equipos, qué mediciones se tomaban, aprender de qué manera se reparan los equipos en caso de que fallasen”, relató al ser consultado por su primera experiencia en el helado suelo.
Brevemente se refirió al cambio de radical de temperatura, ya que Formosa, su provincia natal, se caracteriza por sus intensos calores y su nuevo destino lo esperaba con temperaturas bajo cero.
“Al llegar a Río Gallegos ya se siente el frío, pero el cambio más grande se da en la Base, donde te encontrás con dos o tres grados y hasta temperaturas bajo cero”.
Y contó que “salía al frío, dejaba que me pegue en el pecho para ir adaptándome y así fue, poco a poco uno se acostumbra”.
Presente laboral
Respecto al trabajo que está desarrollando, Penayo informó que “en el AMBI tenemos distintos proyectos multidisciplinarios, que presentan en la medición de gases que hay en el nivel de la estratósfera, como el ozono, el óxido de nitrógeno, el óxido de bromo, entre otros, más que nada para hacer el seguimiento de cómo está la climatología y obtener datos que pueden ser importantes como el calentamiento global y el agujero de ozono”.
Y aclaró que “estos proyectos son de colaboración internacional con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA)”.
Continuó señalando que “también hay un proyecto de sismología, que es en colaboración con un instituto italiano, en el cual se hace mediciones de distintos movimientos de las placas tectónicas y también de los desprendimientos de las capas de hielo”.
A su vez, sumó otros de nivel nacional como por ejemplo “uno en colaboración con el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE); en el cual se hace la medición de flujos de rayos cósmicos para una disciplina que se llama meteorología del espacio”.
Del mismo modo, “tenemos medición de rayos ultravioletas, un proyecto que se encarga de vigilar glaciares”, agregó.
Este joven de 24 años, egresado de instituciones públicas de Formosa, creó sus bases profesionales a través de una política educativa llevada a cabo por el Gobierno de Formosa, que ha instalado en el seno de la comunidad tres ejes estructurantes referidos a la educación: la concepción de ésta como una cuestión de Estado, su consideración como una herramienta de cambio para la dignificación del hombre y de la mujer, a través del desarrollo de los valores esenciales para la vida, y su fundamento como formadora de un nuevo hombre capaz de desarrollarse integralmente en su propia tierra, afianzando la identidad del ser formoseño revalorizando su cultura.
Es así que Facundo, por medio de sus capacidades y de una educación pública, gratuita y de nivel que despunta en el país, hoy puede realizar en la Base Marambio tareas de mediciones, mantenimiento y control de equipos y sistemas, cumpliendo a las claras con este gran desafío profesional.
Fotos: Facebook de la Dirección de Educación Técnica (DET) del Ministerio de Cultura y Educación de Formosa