La reciente firma del acuerdo para la construcción de las centrales de energía nuclear Atucha 3 y la que se instalará en Río Negro, entre el gobierno argentino con su par de China, “refirma el enorme valor que representa la planta industrial de uranio (NPU) o Dioxitek que se construye a unos 15 kilómetros de la ciudad”, afirmo el secretario de Ciencia y Tecnología, Julio Araoz.
Expuso que el proyecto NPU implica el diseño, construcción, montaje y puesta en marcha de una planta industrial que contará con la tecnología más avanzada que existe actualmente para este tipo de instalaciones a nivel mundial. La nueva planta de Dioxitek tendrá capacidad para producir 460 toneladas de dióxido de uranio por año, lo que significa triplicar el actual nivel de producción con el que cuenta nuestro país.
Considera que los anuncios de convenio con el gigante asiático “fortalecen aun más la importancia estratégica de tener en Formosa una planta de purificación de uranio”. En ese sentido añadió que “los procesos se tienen que acelerar, la planta tiene que estar en marcha, incluso la misma está fuertemente ligada a la de Córdoba. Es que un juez federal autorizo la reapertura de esa con la condición de que se termine la que se ejecuta en Formosa”.
Araoz expuso que “los tiempos están los más acelerados según lo permite la ingeniería, dado que se acortaron los plazos de ejecución al máximo”, señalando que “la planta cordobesa fue diseñada para atender los requerimientos de dos centrales, Atucha I y Embalse. Ahora esta Atucha II, con lo cual pronto tendremos tres centrales en operación y dos más en ejecución”.
Afirmo incluso que “es probable que además de terminarse pronto, la planta de Formosa en algún momento deba ampliar su capacidad de producción, situación que ya está prevista en el diseño de la ingeniería. Y todo el combustible, es decir el uranio que se requiera para el funcionamiento –en no más de diez años estimo-, para el funcionamiento pleno de las cinco centrales argentinas, pasara por Formosa”.
Razona que este escenario le permite concluir “la enorme importancia de que muchos jóvenes formoseños están siendo formados en conocimiento sobre la producción de esta industria y mantenimiento de tecnología de desarrollo relacionada a industrias químicas de avanzada”, para subrayar que “los expertos que han venido a auditarnos desde el extranjero nos dijeron que la planta de Formosa será una de las más modernas en su tipo a nivel mundial”.
“La obra no puede demorar más de tres años, que son los plazos establecidos”, expuso, para recordar que ya se llevan transcurridos más de un año.
“Las patas cortas de las mentiras”
Para Araoz, “todo esto alejan por completo la liviandad e irresponsabilidad con la cual trataron este tema algunos dirigentes formoseños con el propósito de hacer enojar a la gente y con eso ver la posibilidad de cosechar un voto más”, advirtiendo que “no midieron el tremendo daño causado no solo al sistema nuclear argentino y a Formosa”.
“Pero las mentiras tienen patas muy cortas, y con todo lo que se viene dando, reafirma lo que dijimos en el pasado. Incluso resulta paradójico que el gobierno que estos irresponsables apoyan, respalden todo este plan nuclear”, enfatizo.
Entiende no alcanzar a deducir “lo que dirán ahora luego de tantas barbaridades que afirmaron sobre la tecnología nuclear: como Blas Hoyos que trataba de sembrar miedo diciendo lo contaminante de esta industria, y legisladores como (Luis) Naidenoff y (Martin) Hernández que lideraron la cruzada de injurias”. Mordaz dedujo que “tal vez era contaminante antes, pero no ahora porque quien suscribió o ratifico acuerdos en materia nuclear fue el presidente (Mauricio) Macri”, para exponer concluyente “la ciudadanía discierne muy bien, ya que no tolera que le insulten su inteligencia”.
Estrictos controles
Hay auditorias permanentemente de técnicos del ministerio de la Energía de la Nación, también de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), la que depende de Naciones Unidas. Este ente mundial monitorea la obra y revisa que todo se ajuste al proyecto y las precauciones que se van tomando desde el momento cero de inicio de los trabajos”
Incluso comento que hasta la justicia federal de Córdoba viene a hacer verificaciones al ser custodio de un acuerdo hecho en ocasión de la reapertura transitoria de la planta radicada en la provincia mediterránea, ya que esto se dispuso con la condición de que se avance y concluya con la que se realiza en nuestra provincia.
Desechando tabúes
Clarifico el secretario que las centrales nucleares utilizan el uranio que es un material que se extrae de la naturaleza a través de un proceso de minería en los yacimientos correspondientes. “En Formosa tenemos uranio bajo la tierra, nada más que las mayores concentraciones se encuentran en otros lugares, como por ejemplo en Caazapa en el Paraguay”, sostuvo.
Amplio señalando que “este mineral debe ser purificado, para lo cual a través de un proceso químico se lo separa de otros elementos que lo acompañan al extraérselo, llevándolo a una concentración aproximada del 99,9% de mineral de uranio. Y es ese proceso de purificación química lo que se hará en Formosa, para llegar al elemento combustible que es una pastilla que cualquier persona la puede tener en la mano”.
Para desechar ciertos tabúes acerca de que la radiación es mala por donde se la mire, Araoz refirió a que “cuando por ejemplo una mujer es afectada por nódulos o tumores de mama, hay ocasiones en que la practica medica indica que debe ser irradiada. En ese caso y bajo el nombre de bomba de cobalto, se la somete a una irradiación ionizada absolutamente controlada para destruir esos tejidos tumorales”, añadiendo que esa fuente la fabrica Dioxitek.
Afirmo que “material radioactivo debidamente controlado” tienen múltiples aplicaciones en la industria, el agro y la salud pública, entre otros sectores.