El gobernador Gildo Insfran tuvo sentidas palabras para homenajear al recientemente fallecido dirigente toba de la comunidad de La Primavera, Mateo Chilagaloy.
Fue el día sábado en el barrio Venezuela en el marco del operativo solidario, cuando el primer mandatario expuso su respeto hacia compañeros militantes quienes momentos antes se testimonio por haber partido de esta vida terrenal. De inmediato consideró un deber cumplir a quien definió como “un gran compañero y dirigente de la etnia toba de la comunidad de La Primavera, Mateo Chilagaloy”.
Comentó que este había fallecido justamente una semana tras, destacando que “nos dejócon el ejemplo de la lealtad y el compromiso a favor de los que menos tienen”.
Señaló Insfran que Chilagaloy “fue el último de los dirigentes con quienes hemos comenzado a militar a partir del retorno de la democracia, y siempre estuvo donde se encuentran los más humildes”, para de inmediato pedir un fuerte aplauso de los asistentes en homenaje a su memoria, que fue respondido efusivamente por la gente.
Este dirigente toba de la comunidad de La Primavera es todo un símbolo del compromiso de la lucha indígena por la restitución de derechos. Y fue uno de los que más fervientemente defendió el ambicioso proyecto de obras y de otras políticas públicas que esa comunidad acordó con el estado provincial años atrás.
Incluso cuando obras como la del Instituto Universitario fue paralizado al judicializarse la cuestión por injerencia política, interviniendo inclusive la Corte Suprema y hasta organismos internacionales de derechos humanos, fue quien colaboro con su sabiduría para fundamentar la defensa de la comunidad a la prosecución de estos proyectos.
Recuerdan que trasmitía permanentemente a las nuevas generaciones de La Primavera recordar muy bien este tiempo que están transitando, señalando que “en estos últimos veinte años a los aborígenes formoseños este gobierno del doctor Insfran nos restituyo más derechos que en los más de dos siglos de olvido y tristeza a partir de la época colonial”.
Se mostraba feliz en los últimos tiempos al ver como progresan obras del centro de salud, escuelas, los caminos, las viviendas, servicios como la energía eléctrica y agua potable, refrendando a pares y jóvenes valorar tamañas realizaciones porque nunca antes se hizo tanto por los pueblos indígenas. «Antes no podíamos estudiar, y ahora tenemos hermanos aborígenes enseñando como profesores y maestros en las escuelas, que maravilloso», afirmaba este dirigente toba que deja un legado enorme a las nuevas generaciones.