Utiliza un sistema de tratamiento innovador que separa los sólidos y líquidos para reducir los residuos y contaminación en los cauces naturales.
En el marco de la inauguración de la planta de agua potable en Clorinda, presidida por el gobernador Gildo Insfrán este viernes 16, el ingeniero a cargo de la obra, Luis Polo, se mostró “orgulloso por culminar esta infraestructura tan importante para la población encargada de distribuir el vital líquido”.
De esa manera, explicó el proceso de potabilización, haciendo hincapié en el cuidado del medio ambiente: “Los sedimentos que se generan y que normalmente se vuelven en los causes naturales, en este caso y por primera vez, esta planta dispone de un sistema de tratamiento que genera sedimentos, y separación de barros y líquidos, por la cual, éste último es lo que se vierte en los causes”.
Continuó indicando que “los sólidos que se recuperan se disponen en vaciaderos”.
De esa manera, el especialista detalló que “la tendencia es tratar de optimizar, utilizando recursos vastos, como el caso del río Paraguay y a partir de allí captar aguas crudas y distribuirlas hacia las poblaciones”.
“Esta es una obra muy compleja desde el punto de vista de la ingeniería, y a pesar de las dificultades y de épocas de aguas muy altas, logramos reformular el proyecto, lo finalizamos y ahora está funcionando a la perfección”, aseguró.
Antes de concluir, Polo afirmó que “en las actuales condiciones y con todas las mejoras de las tecnologías que se prevén y que cada vez se producen con mayor rapidez, podemos asegurar que esto está previsto para 30 años”.
Y añadió que el diseño final es para 36 millones de litros por día y están rondando un caudal medio para una población aproximada de 100 mil personas.