Pacientes con tuberculosis, inmovilizados por traumatismos y enfermos crónicos, son algunos de los que reciben una completa atención, tanto en el efector como en sus casas.
En la colonia originaria Bartolomé de las Casas, el equipo del centro de salud “Humberto Da Pratto”, dispone visitas programadas destinadas a los pacientes diagnosticados con distintas enfermedades, como por ejemplo: tuberculosis, pacientes traumatológicos inmovilizados y enfermos crónicos, entre otros.
Respecto a la tuberculosis, la directora de ese efector, la licenciada María Rosa Argüello, indicó “hacemos una visita una vez por semana para el seguimiento de los pacientes diagnosticados con la enfermedad. Se hace le control de los signos vitales, se observa el estado general y se les entrega la medicación para una semana completa hasta que se repite el siguiente control”.
Explicó posteriormente, que el trabajo se amplía con el control exhaustivo de los contactos estrechos de los pacientes ya diagnosticados. “Y cuando presentan síntomas asociados a la tuberculosis, como por ejemplo tos, catarro, pérdida de peso, se hace la captación y se solicita de inmediato el estudio de baciloscopía para esa persona”.
Recordó sobre eso, que la baciloscopía del esputo, es un análisis altamente efectivo para el diagnóstico de la tuberculosis y es totalmente gratuito para el paciente, sin costos, remarcando que se presta especial atención “a la familia, es decir, a los convivientes” con el objetivo de cortar la transmisión y de hacer la detección temprana de la enfermedad para que ese nuevo paciente pueda recibir un tratamiento que sea lo más pronto posible”.
Mencionó que ese trabajo en terreno es articulado de manera conjunta con el Programa Provincial de Tuberculosis que coordina todas las acciones vinculadas a la enfermedad “y que nos provee, tanto de la medicación para los pacientes diagnosticados, como de la quimioprofilaxis que es el tratamiento preventivo que se le da a los menores de 15 años que son contactos estrechos del enfermo”.
Describió, más adelante, que el tratamiento de esta enfermedad se hace por etapas. La primera consiste en 60 tomas de la medicación “con un comprimido diario”. Luego, cuando concluye esa primera fase, se hace un examen en el que se repite la baciloscopía más una radiografía para pasar a la segunda etapa “que tiene una duración de cuatro meses, con la toma de los comprimidos día de por medio”.
“Es importante que estemos cerca de los pacientes, que podamos contenerlos y acompañarlos y que acentuamos la vigilancia del cumplimiento del tratamiento, para asegurarnos de que pueda, efectivamente, curarse de la tuberculosis. Y eso se logra solo cuando el tratamiento se cumple rigurosamente”, enfatizó por último la licenciada.