Ambos se realizan de manera completamente gratuita en todos los centros de salud y hospitales de la provincia y son altamente efectivos para el diagnóstico de la enfermedad.
El cáncer de cuello de útero es el segundo tipo de cáncer más diagnosticado en la Argentina en mujeres de entre 35 y 64 años. Sin embargo, detectado de manera temprana, a través de estudios que el sistema público de salud ofrece de forma gratuita, las probabilidades de curación son muy altas.
Por ese motivo, desde el Ministerio de Desarrollo Humano se recordó a las mujeres que tanto el estudio de Papanicolaou (PAP) como el test HPV son herramientas muy efectivas para la detección y el diagnóstico del cáncer cérvicouterino, como también para la pesquisa de otras lesiones que pueden presentarse en el cuello del útero.
“El cáncer de cuello de útero es uno de los peores y más letales cánceres de la mujer, junto al cáncer de mama. Pero, a su vez, es el más fácil de detectar tempranamente gracias a los medios diagnósticos con los que cuenta nuestro sistema de salud público provincial”, afirmó el responsable del Programa de Prevención de Cáncer Cervicouterino, el médico ginecólogo Victorio Willimburgh.
Seguidamente, aseveró contundente que en ese marco “la atención primaria de la salud es la mejor herramienta para evitar el avance de esa enfermedad, más aun sabiendo que en Formosa nuestro sistema de salud público es un ejemplo tanto en prevención como en atención primaria de la salud”.
Informó, entonces, que el PAP es un estudio gratuito “al que pueden acceder las mujeres a partir de los 30 años en todos los centros de salud y hospitales de la provincia, tanto de la Capital como del interior”.
Dijo también, que en el marco de la estrategia de prevención de este tipo de cáncer, desde el sistema público de salud se recomienda que “todas las embarazadas, independientemente de la edad que tengan, se realicen un PAP desde el inicio de sus controles como parte de su rutina de exámenes”.
“Y se sugiere el control en las adolescentes, a través de la correspondiente consulta con el especialista desde el inicio de las relaciones sexuales”, agregó.
Respecto al PAP, prosiguió explicando que consiste en la extracción de una muestra del cuello del útero, un procedimiento que dura tan solo unos minutos, ya que es rápido, sencillo, indoloro y muy efectivo. Posteriormente, esa muestra recolectada es enviada al laboratorio de anatomía patológica para su análisis.
“El PAP debe repetirse cada año, es decir que es un control anual”. Sin embargo, “si durante dos años consecutivos el resultado es negativo, se puede esperar un lapso de tres años para volver a repetirlo, siempre según el criterio médico”, indicó.
Asimismo, el especialista en ginecología se refirió al test HPV, precisando que “también es gratuito, pueden acceder al mismo en todos los hospitales y centros de salud de la provincia. Se aconseja hacerlo desde los 30 años”.
Detalló, que se hace en el mismo momento en que se toma la muestra para el PAP y “si el test da resultado negativo se descarta el PAP, porque no va haber lesión por HPV si no hay presencia del virus. Y en esos casos, el médico puede recomendar que se vuelva a repetir el test recién después de los cinco años”.
“Pero si el resultado da positivo, la muestra es enviada al laboratorio de anatomía patológica para ser analizada simultáneamente con el estudio de PAP, a fin de determinar si el virus provocó lesiones en el cuello del útero”, describió.
Si bien son estudios que se complementan, para diferenciar uno de otro, puntualizó que “el test HPV busca la presencia del virus, mientras que el PAP detecta la lesión que causa el virus”.
HPV y cáncer de cuello de útero
Willimburgh mencionó que el desarrollo de este tipo de cáncer se encuentra muy asociado al Virus del Papiloma Humano, conocido como HPV o VPH, que es transmitido a través de las relaciones sexuales que se mantienen sin protección, es decir sin el uso correcto del preservativo y afecta tanto a mujeres como hombres.
Los HPV se clasifican en dos grandes grupos: los de bajo riesgo oncogénico, que generalmente se asocian con lesiones benignas, como por ejemplo las verrugas. Y los denominados de alto riesgo oncogénico.
La infección persistente por los tipos de alto riesgo puede evolucionar en cáncer. El más frecuente causado por HPV es el de cuello de útero. Pero también existen otros tipos de cánceres que pueden ser originados por esos virus, como: el cáncer de ano, pene, vagina, vulva y cánceres orofaríngeos (garganta, lengua y amígdalas).
“Pueden pasar en promedio 10 años desde que aparecen las primeras lesiones hasta que se conviertan en cáncer”, reveló el doctor, ampliando que por ese motivo “el cáncer de cuello de útero es una enfermedad que detectada a tiempo, puede tener también un tratamiento temprano y efectivo con altas posibilidades de curación”.