En Formosa, hay 53 obras nacionales paralizadas.
La paralización de la obra pública, desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei, provocó en poco tiempo una crisis en el sector, generó desempleo y un parate grave en la actividad que tuvo sus derivaciones en otros sectores.
Ello fue advertido por el titular de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), Gustavo Weiss, ante la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados de la Nación, reclamando que se reactive la inversión estatal en infraestructura y obra pública, ya que su paralización provocó un desplome en la construcción y generó una ola de despidos.
En ese marco, el titular de CAMARCO expuso sobre la crítica situación que atraviesa el sector en el país, advirtiendo el impacto devastador de las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno Nacional.
Describió también cómo la paralización de la obra pública provocó una pérdida significativa del empleo, tanto directo como indirecto, afectando gravemente a las empresas constructoras y a la ciudadanía que sufre la falta de mantenimiento de la infraestructura existente.
Ante el planteo del Ejecutivo Nacional de que la obra pública sea impulsada exclusivamente con el sector privado, Weiss enfatizó que, aunque la inversión privada en infraestructura es crucial, no puede sustituir a la pública, sino complementarla. “Incluso en los países que tienen más desarrollada la inversión privada, el 85% de la inversión son fondos públicos y el 15% es inversión privada”, señaló.
Datos alarmantes del empleo en la construcción
La crisis señalada por Weiss se comprueba a través de distintos informes. Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) revela que en febrero de 2024 se perdieron 20.666 puestos de trabajo registrados en el sector privado, con una caída total de 62.920 empleos desde la asunción de Milei.
La construcción fue uno de los sectores más afectados, perdiendo 46.249 empleos en este período. Además, la actividad de la construcción se desplomó un 42,2% en marzo de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos del INDEC. Este desplome es el resultado directo de la reducción de la inversión pública y la desaceleración económica.
El caso de Formosa
La provincia de Formosa es un claro ejemplo de los efectos negativos de estas políticas. El empleo registrado en el sector de la construcción disminuyó un 63,7% en febrero de 2024 en comparación con el mismo mes de 2023, según datos oficiales.
La paralización de obras públicas cofinanciadas por organismos nacionales e internacionales ha dejado a la provincia en un estado crítico, ya que se detuvieron obras estratégicas y necesarias para la ciudadanía como la Autovía de la Ruta Nacional N° 11, la pavimentación de rutas provinciales, proyectos de energía eléctrica, agua potable y saneamiento, y la construcción de viviendas y escuelas, afectando profundamente a las economías locales y poniendo en riesgo miles de puestos de trabajo. En Formosa, hay 53 obras nacionales paralizadas.
Reactivar la inversión estatal, el único camino para evitar que se profundice la crisis
En su exposición ante Diputados, el ingeniero Weiss, junto con otros referentes del sector, subrayó la necesidad urgente de reactivar la inversión pública en infraestructura para evitar una crisis aún mayor.
Las políticas de ajuste del presidente Milei “han profundizado los problemas existentes”, y la falta de una estrategia clara para incentivar la inversión privada y complementar la inversión pública ha dejado al sector de la construcción en una situación crítica, puntualizó.
La situación que atraviesa Formosa y el resto de las provincias es un recordatorio de las graves consecuencias que la paralización de la obra pública puede tener en las economías locales y en la calidad de vida de sus habitantes. Es esencial que se tomen medidas inmediatas para revertir esta tendencia y garantizar el desarrollo sostenible del país a través de una inversión robusta y bien planificada en infraestructura.