En un acto que tuvo lugar el pasado viernes en el edificio de Tribunales, fue lanzado oficialmente el Servicio de Facilitadores Judiciales de Formosa, una iniciativa impulsada en toda América Latina por la Organización de los Estados Americanos.
La ceremonia contó con la presencia del embajador de la OEA en Panamá y coordinador para las Américas del Programa Interamericano de Facilitadores, Pedro Vuskovic Céspedes, el ministro de la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, Oscar Miguel Bajac Albertini y el director del Servicio de Facilitadores Judiciales en Paraguay, Rigoberto Zarza González.
El presidente del Superior Tribunal de Justicia, Guillermo Horacio Alucín estuvo acompañado en el estrado por estas destacadas autoridades y formuló las palabras de bienvenida, ante un nutrido auditorio conformado por los ministros del STJ, Eduardo Hang y Marcos Bruno Quinteros, el procurador General, Sergio Rolando López, magistrados, funcionarios y empleados judiciales, el ministro de Gobierno Jorge González, funcionarios policiales y de Gendarmería, abogados del foro y jueces de Paz y Delegados Vecinales. También asistió al importante acto los responsables del Programa Interamericano de Facilitadores Judiciales, Ennio Arguello Silva y Mirna Rosales Aguilar y el ministro supervisor del centro de Mediación de Juzgados de Paz de Corrientes, Fernando Augusto Niz
Compromiso y trabajo
Al hablar en la apertura del acto, el doctor Alucín confesó sentir un enorme «placer y orgullo» por tan ilustres visitantes y la trascendencia del acontecimiento, y agradeció el acompañamiento, compromiso y respaldo que tuvo para que este proyecto comience a dar sus primeros pasos en Formosa.
«Mi primer agradecimiento a Dios porque no me dejo bajar los brazos para hacer posible que este programa comience hoy en Formosa», expresó el titular del STJ, quien dijo estar plenamente convencido del éxito de este programa, diseñado, ejecutado y dirigido esencialmente a la comunidad, a los justiciables, a la gente de menores recursos y a los sectores más vulnerables.
«No tengo dudas que si con este fervor y compromiso implementamos este programa no nos vamos a equivocar, seguramente tendremos obstáculos, pero si hay compromiso, voluntad y sobre todo amor por lo que estamos haciendo no nos vamos a equivocar», resaltó Alucín.
Recordó que días atrás asistió en la Universidad Nacional de Formosa a un curso sobre necesidades jurídicas insatisfechas, donde fue presentado un trabajo estadístico realizado sobre 2.800 encuestados, que revela que más del 60 por ciento de la población de argentina mayor de 16 años tuvo un problema judicial en los últimos tres años, y de este total el 60 por ciento no pudo solucionar su inconveniente, el 50 por ciento no sabía que era un problema legal y el 65 por ciento desconocía que tenía a su alcance herramientas alternativas para buscar una salida.
Tomando esta encuesta como ejemplo, el doctor Alucín puso sobre relieve la importancia que tiene en esta hora la implementación de la figura del facilitador y de los diversos medios alternativos de resolución de conflictos. «Frente a este panorama tenemos dos caminos, o hacemos una vida contemplativa o realmente nos ocuparnos del problema, y este es el motivo y el resultado de todo el esfuerzo conjunto que estamos haciendo en el Superior Tribunal de Justicia, ya que abrir más juzgados no nos garantiza que vayan más personas, muchas veces necesitamos un contacto que comunique y haga un puente entre la gente y el Poder Judicial», remarcó el magistrado, quien finalizó su discurso agradeciendo profundamente a los ilustres visitantes por haber venido a esta tierra formoseña en procura de llevar otro beneficio a «ñande gente».
Humanizar la Justicia
El director del Servicio de Facilitadores Judiciales de Paraguay, Rigoberto Zarza González, ratificó públicamente el compromiso del país vecino con el programa de Facilitadores de Formosa, y señaló que el mayor anhelo es que las fronteras desaparezcan en América Latina en materia de acceso a Justicia, por lo que consideró al acto realizado en Tribunales como la piedra angular de la construcción de un puente de razonamiento, comunicación e información entre países vecinos para instalar un programa interamericano de acceso a justicia de facilitadores judiciales. «Estamos humanizando la Justicia», subrayó.
Advirtió sin embargo que hay muchas barreras entre los pueblos de la región: el aislamiento, la pobreza, el analfabetismo, el desconocimiento de la ley, que son muros inmensos y que el programa de facilitadores procura derribar porque constituye un puente de acceso a Justicia de las personas en condiciones de vulnerabilidad.
El magistrado contó la experiencia muy positiva que registra Paraguay en los nueve años de vigencia del programa, habiendo comenzado con 20 voluntarios que se fueron multiplicando hasta llegar en la actualidad a un total de 3.200 facilitadores; 46 por ciento son mujeres, 120 líderes indígenas y más de 800 alumnos de colegios secundarios que se han convertido en facilitadores judiciales estudiantiles.
Zarza González señaló que el programa ayudó a derrumbar viejos paradigmas de la Justicia, toda vez que la matriz de esta iniciativa impulsada por la OEA no está concebida como política pública para la gente, sino política pública con la gente. «Los líderes comunitarios no son operadores de Justicia, son representantes de la sociedad civil que confían en el Poder Judicial y que sellaron ese compromiso para trabajar en acceso a justicia con el instrumento fundamental que es el voluntariado, el mejor instrumento para sacar a la gente de la exclusión social. Esto se puede hacer y la prueba lo tenemos en Paraguay», enfatizó el magistrado
Asimismo, exhortó a cambiar los paradigmas, a acortar la brecha que existe entre la sociedad y el Poder Judicial, a trabajar para que el 70 por ciento de la población de América Latina que no cree en la Justicia vuelva a confiar en este Poder del Estado y, fundamentalmente, a revertir los niveles de desigualdades en el continente, donde el acceso a Justicia ocupa el primer lugar.
Con tono enfático, dijo que el tema acceso a justicia de los sectores más vulnerables debería ser una causa nacional, y en tal sentido pidió a los jueces que dejen sus cómodas oficinas y salgan a la calle como servidores públicos para ayudar a la gente. «Es un reto que debemos asumir porque vale la pena para revertir y enfrentar a los antivalores, como son la droga, la violencia intrafamiliar y el bullying, y es una lucha que debemos instalarla dentro de la propia familia que es el primer territorio y en esto los facilitadores judiciales nos están ayudando muchísimo», aseveró.
El magistrado insistió en la necesidad de acortar la brecha existente en materia de desigualdad de acceso a Justicia en toda Latinoamérica, para poder humanizar la Justicia, y dijo que uno de los objetivos es evitar que los problemas de la gente se conviertan en expedientes, para lo cual se trabaja con otras herramientas, con métodos alternativos de resolución de conflictos. «La gente de escasos recursos no puede aguantar un año de juicio, un año pagando un abogado, hay un cambio de paradigma muy fuerte en América Latina, no más conflictos, no más litigios, armonizar antes de entrar al sistema judicial, bregar por la cultura de la paz, de la legalidad y apostar a los mensajeros de la paz, que son los facilitadores», remarcó.
BONDADES DEL PROGRAMA
Bajac Albertini: «El año pasado en Paraguay 48 mil casos no ingresaron al sistema judicial»
El ministro de la Corte Suprema de Justicia de Paraguay, Oscar Miguel Bajac Albertini felicitó al presidente del STJ, Guillermo Alucín por el esfuerzo realizado para hacer realidad este proyecto, tras señalar que los poderes judiciales deben llegar a la gente porque para los sectores más vulnerables los jueces constituyen la esperanza de solución a sus problemas. «Nos debemos a la gente, debemos responder a la gente humilde y atender sus necesidades», sostuvo el magistrado, vaticinando que este programa le va a dar al Poder Judicial de Formosa mucha satisfacción.
El ministro de la Corte Suprema de Justicia indicó que en Asunción se ha tomado la decisión de salir de los juzgados y llegar hasta los lugares más recónditos del país para escuchar los problemas de la gente y evitar su judicialización, y en tal sentido precisó que el año pasado en Paraguay, 48 mil casos referidos a cuestiones jurisdiccionales no ingresaron al sistema judicial gracias a este programa y a los medios alternativos de resolución que se utilizaron. «Se imaginan 48 mil casos dentro del sistema judicial cuanto tiempo llevaría hasta su conclusión, cuanta esperanza perdida», enfatizó, el magistrado, quien cuestionó la denominación de Palacio Judicial asignado a los tribunales. «Los palacios son para los reyes y nosotros somos simples servidores públicos que nos debemos a la gente», reiteró.
Bajac Albertini ratificó el compromiso institucional de apoyar el programa de facilitadores judiciales que se puso en marcha en Formosa, convencido de que se trata de un emprendimiento que servirá para acortar la brecha que hay entre la gente humilde y el acceso a Justicia.
«Los formoseños y los correntinos fueron amables con los paraguayos porque en los momentos más difíciles de nuestras vidas política y social nos han recibido y nos acogido como sus hijos y han respetado a los paraguayos que han venido, por eso nosotros queremos integrarnos y apoyarles en este programa, pero por sobre todas las cosas porque todos los que hoy estamos en los cargos el día de mañana vamos a ser simples ciudadanos, como los que están en las villas o asentamientos y vamos querer que la gente nos salude con cariño, y eso se gana solamente estando en las actividades públicas y ofreciendo soluciones a sus problemas», subrayó el alto magistrado, quien recordó que los jueces son simples servidores pagados por el Estado que se deben a la gente.
Finalmente, deseó éxito y mucha fuerza a todo el Superior Tribunal de Justicia, felicitando a su vez por todas las acciones que se vienen realizando en Formosa para lograr mayor celeridad a los procesos, como es el caso de la oralidad en el fuero civil. «Mucha fuerza y estaremos siempre para apoyarles y ayudarles en todo lo que necesiten y esté a nuestro alcance», cerró el ministro de la Corte Suprema de Justicia de Paraguay.
Embajador de la OEA afirmó que el programa Ayuda a fortalecer las instituciones democráticas
El embajador de la OEA en Panamá y coordinador para las Américas del Programa Interamericano de Facilitadores, Pedro Vuskovic Céspedes, sostuvo que el programa de facilitadores, a más de hacer realidad el acceso a Justicia, ayuda a fortalecer las instituciones democráticas de las Américas, donde los poderes judiciales juegan un rol fundamental.
Vuskovic Céspedes, quien cerró el acto con valiosas expresiones, dijo que Formosa vive un día que es un «parte aguas», porque el programa se traducirá en la práctica en más derechos para más personas, ya que sin acceso a Justicia no hay acceso a derechos, sin acceso a Justicia no hay seguridad, no hay paz, no hay desarrollo posible, sin acceso a justicia sencillamente los ciudadanos viven en desamparo y no logran no solo ir o entrar a un tribunal, sino que no pueden ejercer el resto de los derechos que tienen como ciudadanos, porque el acceso a Justicia es en sí mismo un derecho básico pero también es un derecho que abre puertas para el ejercicio de todo el resto de los derechos que tenemos como ciudadanos. «Si hay acceso a Justicia no hay impunidad si no hay impunidad hay mayor seguridad», destacó.
El diplomático asignó una importancia superlativa al hecho de garantizar el acceso a justicia en una comunidad, y trajo a colación lo que sucede en algunos países donde es el sector privado el que apoya este programa. «La razón es muy simple, los costos de la violencia y el crimen son elevadísimos y este proyecto ayuda a bajarlos, pero para nosotros, en la OEA, el mayor aporte tiene que ver con la democracia, donde la Justicia es un punto central de lo que es un Estado», explicó.
Vuskovic Céspedes sostuvo que la democracia está en problemas y es por eso que desde la OEA hay un compromiso tan firme de desarrollar este tipo de iniciativas, y explicó que los servicios de facilitadores judiciales se basan en tres grandes pilares. «Hoy tenemos 13 mil facilitadores que trabajan en los ocho países que están adheridos al programa, donde la mayoría son mujeres y esperamos que suceda lo mismo aquí en Formosa; son voluntarias que son líderes de servicio», precisó, indicando que generalmente cuando se habla de líderes se piensa en un líder político o en una persona que es promotora de muchas cosas. «Los facilitadores –aclaró- no son representantes de la comunidades, están al servicio de las comunidades, no le cobran un centavo al Estado ni a las partes, ya que el servicio es voluntario».
Asimismo, explicó que no se han registrado irregularidades porque los facilitadores son seleccionados por las propias comunidades donde todos se conocen y se sabe quién es quién. «La comunidad selecciona a las personas al servicio de su prójimo y el nombramiento lo hace el juez de paz; y ahí está el puente del que tanto hablamos», enfatizó.
En este contexto, se refirió a la probidad de los facilitadores y puso el ejemplo de Corrientes, donde trabajan 250 voluntarios y ninguno de ellos ha renunciado o se ha postulado para un cargo político. «A cuántos de ellos se habrán acercado los punteros políticos, probablemente a los 250 pero sin resultado alguno. Lo mismo ocurre en los demás países y de los 13 mil que hay en toda América Latina no recuerdo en estos diez años que alguno haya tenido que renunciar por razones políticas», aseveró.
Vuskovic Céspedes indicó que el primer pilar del programa es el trabajo que llevan adelante los voluntarios, que es fundamental y primordial, donde los jueces de Paz juegan un rol preponderante en la capacitación y formación de los voluntario, y además van a comenzar a trabajar de manera distinta, potenciando su tarea acompañados y apoyados por la comunidad. Sobre este punto, anticipó que bajo el impulso del STJ, se va a poner en marcha en los próximos días un curso dirigido a todos funcionarios judiciales e integrantes de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, explicó que el segundo pilar del programa es la decisión, la voluntad institucional, y en este punto felicitó al STJ por la decisión tomada de aventurarse en este proyecto. «Vamos a salir triunfando juntos», afirmó el embajador, indicando que el tercer componente es la cooperación, la ayuda que va a brindar la OEA y los países adheridos.
«Reiteramos nuestro compromiso, ya estamos trabajando aquí y vamos a permanecer aquí junto a ustedes para que esto se haga una realidad; vamos a poyar en todo lo que haga falta con toda nuestra energía, con todos nuestros recursos para que esto salga adelante en lo que ustedes se han propuesto», aseguró con tono enfático, señalando que desde la OEA se va a seguir impulsando esta idea, que es un programa de compromiso de las instituciones, de todos los que estamos involucrados, de compromiso de servicio con los que más necesitan, de las poblaciones vulnerables sea cual sea la razones. «Quiero rescatar la palabra enunciada por el doctor Alucín, cuando habló de compromiso y también la otra palabra que dijo que es el amor, el amor al prójimo y al servicio del resto. Creo que para eso estamos las instituciones y las personas, y para eso nos tienen a nosotros, no están solos estamos entre amigos», concluyó el diplomático, dirigiéndose al Poder Judicial de Formosa.
El servicio de facilitadores en números
700 mil familias encontraron una solución a sus problemas sin gastar un solo centavo
350 mil personas recibieron charlas gratuitas de los facilitadores sobre leyes y derechos
13 mil son los facilitadores que trabajan en los ocho países adheridos al programa
48 mil casos no ingresaron al sistema judicial el año pasado en Paraguay
3.200 facilitadores tiene Paraguay, de los cuales 120 son originarios y 800 estudiantes secundarios
250 Son los voluntarios que trabajan en la provincia de Corrientes