Con presencia de familiares, amigos y exclientes, el Concejo Deliberante de la ciudad de Formosa, presidido por el edil justicialista Darío Di Martino, declaró en la sesión de este miércoles 28, a través de la ordenanza 8058, votada de manera unánime, “Ciudadanos Notables” a los hermanos Rojas Telles, profesionales de la tradicional peluquería “Isidorito”, un clásico de Formosa, que a poco de cumplir 50 años de trabajo se despidió de su fiel clientela.
Por muchas décadas, Amado, Francisco, Néstor y Juan Carlos Rojas Telles fueron considerados los “reyes de la tijera” en Formosa, recibiendo así el merecido reconocimiento de todo el cuerpo parlamentario en mérito a sus extensas trayectorias y prestigio como peluqueros pioneros y por su calidad humana.
Entre los argumentos vertidos durante el homenaje, se destacó a las generaciones de formoseños que pasaron por la peluquería, transformándose a lo largo de estas décadas en un clásico indiscutible en el servicio prestado. Luego de casi 50 años de labor proficua al servicio de la comunidad, “Isidorito” cerró sus puertas.
Los hermanos
Amado, el mayor de los hermanos fue el pionero en la profesión de peluquero. Estudió en Buenos Aires y trabajó allí por diez años. Sin embargo, su rica historia en la ciudad comenzó en la peluquería y perfumería “Nenning”, donde también funcionó la academia de profesión. Allí trabajó durante un tiempo y también estudiaron y finalizaron sus estudios Néstor y Carlos.
En 1964, los hermanos abrieron su primer local comercial en la calle Saavedra 388; y el entonces dueño de la relojería “Silva”, Francisco Silva, sugirió el nombre de “Isidoro”, por Isidoro Cañones.
Carlos, el cuarto hermano, se sumó al grupo luego de terminar los estudios de la profesión en 1970, dedicándose al oficio de forma definitiva en 1975.
En el salón, además de los cortes, los clientes buscaban algo extra que se generaba. El clima de amistad y de hospitalidad, chistes, anécdotas, fútbol, entre otros aspectos.
Los niños también fueron protagonistas de la tradición de “Isidorito”. Algunos eran clientes difíciles por el miedo al corte, pero la sonrisa bonachona de Francisco lograba convencer y calmarlos. De los bolsillos del delantal sacaba golosinas que obsequiaba antes de empezar el trabajo.
“Son esas cosas las que extrañamos aquellos que durante años fuimos clientes infaltables a las citas con las tijeras, navajas y charla amena con alguno de los hermanos”, rememoró el concejal Di Martino.
En estas casi cinco décadas, referentes políticos y sociales de toda Formosa fueron asiduos clientes de “Isidorito”. Funcionarios de las distintas fuerzas armadas: Policía, Ejército, Prefectura, también representantes de la Iglesia Católica, como el obispo Dante Sandrelli.
No sólo los habitantes de Capital fueron clientes, sino de toda la provincia concurrían para ser atendidos por alguno de los hermanos Rojas, llegando al record de 35 cortes por día, por cada hermano.
“La peluquería formó y formará parte de nuestra historia y de nuestras vidas; quedará un vacío y una gran nostalgia al acordarnos de nuestros amigos peluqueros, a quienes estaremos eternamente agradecidos”, se pronunció en el HCD.