En un nuevo gesto solidario y de amor hacia otras personas que necesitan de ese líquido irreemplazable para mejorar su salud y calidad de vida.
El Hospital de Tres Lagunas llevó adelante esta semana otra importante colecta voluntaria de sangre que tuvo como protagonistas a los vecinos de esa localidad que se acercaron, una vez más, a realizar su valioso aporte.
La actividad fue organizada por la dirección y el Servicio de Hemoterapia de ese nosocomio y articulada con el Hospital Distrital de Laguna Blanca “Pedro E. Insfrán” y el Centro Provincial de Hemoterapia, hacia donde fueron enviadas las unidades de sangre recolectadas para su procesamiento y redistribución.
Al referirse a la jornada, el director del Hospital de Tres Lagunas, el doctor Alejandro Gómez, agradeció a todos y a cada uno de los donantes “por este nuevo acto de solidaridad y de profundo amor hacia los que necesitan de este elemento vital que es la sangre”.
Informó que “venimos haciendo estas colectas planificadas a lo largo del año, que se efectúan dos veces al mes. Además, cuando algún paciente de nuestro pueblo se encuentra internado en el segundo o tercer nivel de atención, hacemos también convocatorias a demanda para la donación, a fin de reponer la sangre utilizada para esa persona”.
Valoró que los donantes “son todos vecinos de nuestra localidad, muy solidarios y comprometidos con el gesto altruista de la donación de sangre porque muchos de ellos son donantes regulares que están siempre presentes,haciendo su aporte para salvar vidas”.
Más adelante, hizo notar que el Servicio de Hemoterapia del hospital a su cargo “cuenta con nuevos y modernos equipos, también con personal especializado y capacitado para realizar los distintos procedimientos de extracción de sangre”.
Aseguró que lo anterior “es gracias a las políticas de salud que el gobernador Gildo Insfrán implementa en toda la provincia y que favorece el fortalecimiento de las unidades transfusionales y de donación que están en el interior”.
En el cierre, dejó como mensaje a la comunidad: “En algún momento de la vida, nosotros mismos o alguien que conocemos puede necesitar de una transfusión de sangre para cumplir con un tratamiento para mejorar su salud o, inclusive, para salvar su vida”.
“Y en ese sentido, tengamos en cuenta que la sangre no se puede fabricar, no se puede comprar, ni tiene reemplazo. Por lo tanto, la única manera de que las personas que esperan por una transfusión puedan lograrla, es cuando alguien tiene la buena voluntad de ser donante de sangre”, remarcó.