Durante el acto de inauguración de la moderna sede y estadio cubierto del club Argentino del Norte en Clorinda, el gobernador Gildo Insfran, expuso el enorme valor de la práctica del deporte como defensa contra flagelos como las adicciones que acechan a nuestros jóvenes.
“La política del deporte no solo es un antojo, entendemos que debe ser una práctica habitual en todas las edades, pero fundamentalmente en nuestros niños – jóvenes, porque es una manera de que no estén agobiados por el ocio, que eso les lleva a incursionar en cosas que no son recomendables. Es la forma de alejarlos del alcohol y de otras sustancias que hoy acechan el mundo y nosotros no estamos ajenos a eso”, advirtió.
Considera el primer mandatario que “es también, una forma de combatir ese flagelo y donde tenemos que estar, por supuesto, comprometidos. Fundamentalmente la familia, porque el Estado solo no puede lograr ningún resultado importante sino nos comprometemos todos para evitar que ese flagelo llegue a nuestros hijos”.
En tren de evocaciones, aludió a que “cuando se fundó en 1938 “El Argentino” el estatuto decía que tenía que ser indispensablemente argentino para participar del club. Nosotros por formación, sabemos que todo círculo es anti popular, por lo tanto decimos que es anti peronista”.
Subrayo justamente la “ironía porque el club empezó con exigencias tales como la de tener que ser argentino para ser parte del mismo, y hoy la mayoría de los que hicieron grande a la institución fueron paraguayos y descendientes de paraguayos”.
También tuvo expresiones categóricas en defensa de nuestras costumbres, aludiendo a que “desde la Capital Federal nos quieren imponer valores culturales, nos quieren indicar como tenemos que hablar, que tenemos que comer, como tenemos que comportarnos y como actuar desde la función pública, sin respetar los valores culturales de los pueblos. No somos iguales a ellos, somos diferentes y esa diferencia tiene que respetar, como se hizo respetar aquí en Clorinda”, enfatizo.
De ahí que considero propicio rendir un “homenaje a todos los hombres y mujeres que nos dieron un ejemplo de cómo luchar para defender lo que es nuestro”.
Evocando a cada uno
Al hablar ante la multitud que colmo el moderno estadio polideportivo cubierto del club Argentino del Norte del Clorinda Insfran apelo a su “gigante memoria” para historiar la vida institucional del club desde su creación en 1938, y sobre todo en su paso por las inferiores de la institución, refiriendo a su sentir en el lugar que “era como volver a casa”.
No solo recordó con nombre y apellido a viejas glorias futbolistas que transitaron por el club, sino también a esos personajes que siempre tiene cada entidad tradicional como esta. Desde a quien llamaban “Capote¨I”, a don Silva que era el canchero o Luis Delgado que fue masajista que los fregaba las piernas con aceite verde, o uno de los fanáticos de la primera hora que era el carnicero Isidoro Fernández, quien dada su corpulencia se le adjudico la primer butaca de la grada edificada en aquellos años, la cual para que pudiera sentarse cómodamente tenia dimensiones especiales.
En tren de recordar también nombro a Juan “Lata” el boletero y decenas de otros que compartieron el campo de juego o lo alentaron a jugar en el club, como el taxista Carlos Fernández que fue quien lo sumo a la institución.
Incluso el gobernador, que aclaro pretendía despojarse de la investidura, para así transitar aquellos años de su niñez y adolescencia con naturalidad y trasmitir sus sensaciones especiales al ver a tantos amigos, para repasar además sitios especiales por donde anduvo en ese tiempo que vivió en Clorinda para estudiar el secundario.