A través una capacitación que tuvo como principal objetivo seguir brindándoles a los profesionales las herramientas fundamentales para el mejor manejo de esa enfermedad.
El Gobierno de Formosa, a través del Ministerio de Desarrollo Humano, continúa brindando una permanente formación al personal de salud de los distintos centros de salud y hospitales que se encuentran ubicados a lo largo y ancho del territorio.
En ese marco, una nueva jornada formativa tuvo lugar en el centro de salud del barrio San Antonio, donde se fueron repasados y actualizados conocimientos sobre la tuberculosis, enfermedad que, si bien está controlada gracias a las buenas coberturas de vacunación, en los últimos años reportó nuevos casos a nivel mundial y en la Argentina.
Las disertaciones estuvieron a cargo del Programa Provincial de Control de la Tuberculosis, a través de su responsable, el doctor Walter Fuentes.
El médico se refirió a la enfermedad en forma general y en forma particular, recordó los síntomas que deben tenerse en cuenta y de la importancia que tienen la detección y el diagnóstico temprano para darle al paciente un tratamiento oportuno.
“Es muy importante prestar atención al paciente con síntomas respiratorios que persistan por muchos días”, subrayó el especialista y agregó que ante la sospecha se debe solicitar el estudio correspondiente que es la bacilocospía “que es el método preciso para establecer el diagnóstico certero de que ese cuadro respiratorio es una tuberculosis”.
Asimismo, hizo hincapié en el seguimiento estricto al paciente, remarcando el papel clave que tiene eso sobre quien se encuentra en tratamiento “ya que la tuberculosis es una enfermedad que puede curarse, pero es necesario que se cumpla con la toma de la medicación en el tiempo y forma indicados”.
También se refirió a lo anterior, la directora del centro de salud, la doctora Carina Guillard, quien destacó que actualmente “la tuberculosis es una enfermedad que cuenta con estudios para la detección que son gratuitos y lo mismo el tratamiento. Además, si es detectada precozmente y el tratamiento se hace correctamente, es curable y es fundamental informarle al paciente que es así”.
Por su parte, el doctor Fuentes retomó explicando que “cuando un paciente es diagnosticado como positivo, no solo debemos ocuparnos de vigilar que cumpla con su tratamiento para poder curarse, sino que es necesario que se haga de forma efectiva para evitar que la enfermedad no avance y se eviten complicaciones que pueden desencadenar un cuadro grave”.
En la misma línea, hizo notar que otro punto importante “es el control de los convivientes” a quienes también es necesario estar atento si se presentan síntomas para solicitar el estudio si fuera necesario y dar las recomendaciones adecuadas para evitar la transmisión de la enfermedad.