En el marco de la feria provincial del libro, se llevó a cabo en el Galpón “C” del paseo costanero “Vuelta FermoSa” la presentación oficial del libro de reciente publicación “Tievas elogio de la coherencia”, escrito por el ministro del Superior Tribunal de Justicia, Ariel Gustavo Coll.
Ante un salón repleto de asistentes -en su mayoría ex magistrados, jueces en actividad, funcionarios judiciales e invitados especiales- fue presentado en sociedad el libro que retrata la vida del doctor Héctor Tievas, y, al mismo tiempo, recrea a través de sus páginas la historia de Formosa de las últimas décadas y la del Poder Judicial de la provincia.
Un ejemplo
Por su parte, el doctor Coll reveló que la idea de escribir este libro tiene como basamento la necesidad de que Formosa sepa qué clase de funcionarios tuvo en su momento y las cosas que dejaron en su camino.
Contó que nació por impulso de la jueza Claudia Pieske de Consolani poco después de la jubilación del doctor Tievas, quien le manifestó que entendía que había que contar su historia, sobre todo para que los jóvenes la conozcan. A Coll -quien era el magistrado que más conocía a Tievas por la estrecha relación que tenían de muchos años- le gustó mucho la idea, porque se había dado cuenta como había impactado la figura de Tievas, sobre todo en las nuevas generaciones de jueces y funcionarios.
El autor explicó al selecto auditorio que el libro constituye una vida atravesada por la historia o, lo que es lo mismo, una historia -la del Poder Judicial- que no sería la misma si se prescindiera de la vida del doctor Tievas.
La idea primigenia al escribir el libro fue hacer un reconocimiento a alguien que había marcado una manera de entender el Poder Judicial, a alguien que representaba y sigue representando, «una manera de ejercer la Magistratura, hay otras, -aclaró Coll- pero esta era una manera de ejercer la Magistratura, comprometida, austera, alejada del furtivo poder, de los rituales, de la pompa, de los personalismos; había que estar más cerca de los humildes y de los vulnerables y esto ya era toda una definición».
Para entender mejor al protagonista del libro, el ministro del STJ contó dos actitudes que pintan de cuerpo entero al ex magistrado: una de ellas cuando Coll siendo juez de Instrucción y Correccional de Clorinda en el año 1984 fue objeto de un pedido de juicio político que luego fue desestimado. En aquella oportunidad, el doctor Coll fue sorprendido con un llamado telefónico del entonces procurador General, Héctor Tievas quien le manifestó toda su solidaridad, expresándole palabras de aliento ante la difícil coyuntura. La segunda anécdota fue al pronunciar su discurso como presidente del STJ en el acto de inauguración del Edificio de Tribunales. “Comenzó sus palabras recordando a sus compañeros judiciales desaparecidos; recuerdo que se hizo un silencio en el salón, pero eso era un dato importantísimo, una muestra de carácter, de decir primero están los que ya no están y después estamos nosotros, y en cierta medida todo ese primer párrafo de su discurso fue un homenaje a sus compañeros judiciales desaparecidos, porque como todos sabemos el Poder Judicial de Formosa que tiene sus desparecidos y también tuvo sus detenidos que volvieron y hacia ellos fue ese homenaje y en cierta forma le dedicó la obra. Esos dos atributos, solidaridad conmigo allá en 1894 y compromiso militante con los derechos humanos en el 2010, separados por tantos años de distancia, es lo que me permitió decir después que don Tievas es una persona coherente, coherente con lo que piensa y coherente con lo que hace», subrayó Coll, al describir emocionado a su dilecto amigo.