El ministro de Hacienda desalentó la posibilidad de que haya un pago a los trabajadores privados y sus declaraciones no cayeron bien en el sindicalismo. Además los beneficios en Ganancias no serían para todos los asalariados
Lo que el viernes de la semana pasada parecía una fumata blanca entre la nueva CGT y el gobierno nacional, con el correr de las horas se fue enturbiando. Es que las definiciones que surgieron en el cara a cara de la semana pasada entre los gremialistas y funcionarios del Poder Ejecutivo, ahora no lo son tanto.
Por ejemplo, el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, aseguró que el bono de fin de año probablemente esté destinado solamente a sectores más vulnerables. Esta declaración dejaría afuera a los trabajadores privados, lo que generó malestar en la conducción de la confederación gremial.
«Nos llamó mucho la atención lo que dijo el ministro. No es lo que se conversó ni lo que pidió la CGT», aseguró Omar Plaini en declaraciones FM Milenium.
El jueves los secretarios generales de los sindicatos se volverán a reunir para analizar cómo avanza la negociación. Si bien la tregua de 10 días continúa vigente, no son pocos los secretarios generales que recordaron que el paro nunca se desactivó por completo.
Otra de las inquietudes que surgieron en las últimas horas está relacionada con el Impuesto a las Ganancias. La CGT quiere exceptuar del tributo al medio aguinaldo de diciembre. El Poder Ejecutivo está de acuerdo con esta idea, pero con algunas objeciones: el beneficio no llegaría a los bolsillos de todos los trabajadores.
El lunes ya se hablaba en el Ministerio de Economía de fijar un tope que dejaría sin Ganancias el Sueldo Anual Complementario de los asalariados que perciben hasta $45 mil brutos por mes. Si se toman los descuentos y retenciones, la medida aliviaría la carga fiscal de aquellas personas que hoy ganan poco más de 30 mil pesos.
Las negociaciones continúan abiertas. Es lógico que cada parte juegue sus cartas, sobre todo en un momento en el cual todavía no se definió cuál será el piso del pago extra para compensar la pérdida de poder adquisitivo. La estrategia de la CGT es que el Ministerio de Hacienda defina un pago para los estatales y habilite a los privados a negociar sector por sector.
CRÍTICAS DE LA CTA A LA CGT: «EL BONO ES UN PAQUETE DE HUMO»
La fecha de un paro nacional contra el gobierno nacional enfrenta en los últimos meses a las distintas organizaciones sindicales, puntualmente al nuevo triunvirato de la CGT y las dos CTA que conducen Pablo Michelli y Hugo Yasky. Este último opinó que la medida de fuerza es «una definición que deberíamos haber tomado hace tiempo».
«La CTA ya tiene definido su posición, si no hay respuesta a la reapertura de las paritarias y sobre el tema de los despidos, la decisión de ir al paro nacional está tomada. Estamos a la espera de la resolución que tome la CGT, si no pone la fecha la vamos a poner nosotros», expresó Yasky, aunque agregó que la central obrera «pone la vara tan baja que para el Gobierno no significa nada» y que «no se puede negociar el paro nacional por estas migajas», en relación a una eventual entrega de un bono de fin de año por parte del Estadoa los trabajadores.
En este sentido, y en diálogo con radio La Red, el dirigente sindical indicó que «el tema de fin de año se debería discutir a fin de año», y que ahora «estamos discutiendo el día a día, cÓmo llegar a fin de mes».
Para Yasky, un bono para entregar en diciembre es «un paquete de humo, es una concesión que hace el gobierno, entre comillas, que es desproporcionada a lo hecho a los grupos empresarios».
«El movimiento obrero necesita reapertura de paritarias, discutir los despidos y una agenda social», aseguró.
Por último, se refirió al rol que tiene Hugo Moyano: «Está afuera del esquema sindical, conserva peso dentro de la CGT, pero no creo que sea determinante en la resolución que se tome».